Russell ganó en Montreal y Norris estalla las Papaya Rules

Russell ganó en Montreal y Norris estalla las Papaya Rules

Norris chocó a Piastri cuando luchaban por la P4 sacudiendo a McLaren. El incidente puso en segundo plano la victoria de Russell y el buen trabajo de Mercedes. Antonelli, tercero, logró el primer podio para un italiano en casi dos décadas.

 

Esta crónica debería comenzar con la victoria de George Russell en Montreal. O destacando el tercer lugar de Kimi Antonelli que cortó una racha de 19 años sin italianos en un podio de Fórmula Uno. O resaltar el mejor fin de semana de Mercedes en esta temporada. Sin embargo, las Papaya Rules, las reglas absurdas de McLaren donde no hay órdenes de equipo y se da libertad de lucha en pista, terminó con Lando Norris contra el muro de la recta principal y Oscar Piastri salvando su domingo por un pelo.

 

No solo en Fanat1cos advertíamos, desde hace un año, que el equipo de Woking estaba jugando con fuego. La pasividad de Andrea Stella –Director de Equipo– y Zak Brown –CEO de McLaren Racing–, para no definir quién debe tomar el liderazgo del garage, era criticada por todo el paddock de la F1: periodistas, ex pilotos y aficionados. Más de una voz remarcó que McLaren tenía en sus manos una bomba de tiempo; y la detonación ocurrió este domingo en el circuito Gilles Villeneuve.

 

Cuando restaban tres vueltas para la bandera a cuadros, mientras luchaban por la cuarta posición, Norris intentó rebasar a Piastri por la línea interna. Se lanzó, casi pegado al muro, por un hueco inexistente. El británico tocó el neumático trasero izquierdo del australiano, mordió el césped y se estrelló contra la pared. Piastri, que tuvo la suerte de su lado, no sufrió daños y pudo continuar. Además, producto del accidente, salió el Safety Car que le permitió ingresar a boxes para cambiar las cubiertas ante una posible pinchadura.

 

Russell y Verstappen se disputaron el liderazgo de la carrera. (XPB Images)
Russell y Verstappen se disputaron el liderazgo de la carrera. (XPB Images)

 

Durante seis giros el británico presionó a su compañero. Quería imponer la superioridad de sus neumáticos duros –de pocas vueltas- contra las desgastadas del líder del campeonato. Tenía mejor ritmo. Pero Piastri, que este año destapó su madurez conductiva, se mantuvo calmo y apeló al mejor recurso defensivo: engancharse al DRS de Antonelli –que se ubicaba tercero– para protegerse de un eventual ataque.

 

En la vuelta 66, al salir de la horquilla, Norris traccionó mejor y se colocó a la par del australino por el externo. Al llegar a la chicana frenó antes para tomar la curva mientras que Piastri estiró para mantener la cuerda. En la recta ocurrió el desastre.

 

Antes del incidente la carrera era una partida de ajedrez donde la estrategia con los neumáticos marcó el pulso del Gran Premio de Canadá.

 

Mercedes reaccionó rápidamente a la jugada de Red Bull cuando llamó, en la vuelta 11, a Max Verstappen para cambiar medios por duros. El holandés apostó por dos paradas al fallar su intento en la salida por despojar a Russell del liderazgo . Un giro más tarde, el equipo de Brackley, calcó la estrategia llamando al británico. Verstappen no buscaba el undercut, apuntó al desconcierto. Pero en la escuadra de Toto Wolff estaban atentos y leyeron muy bien las intenciones de sus viejos adversarios.

 

Norris intentó rebasar a Piastri por el externo, sin tener espacio suficiente. (Imagen TV / F1TV)
Norris intentó rebasar a Piastri por el interno, sin tener espacio suficiente. (Imagen TV / F1TV)

 

El equipo Mercedes no solo buscó materializar la victoria de Russell. También, consolidar el mejor resultado de Antonelli en F1. En la partida le ganó la tercera posición a Piastri en un excelente movimiento. Al llegar a la segunda curva buscó la cuerda por el exterior y en la siguiente se colocó por delante del McLaren.

 

Tanto Russell como Antonelli debían gestionar la carrera. El coche era fiable y no lo perjudicaba el calor de Montreal. Desde los entrenamientos del viernes se advertía que el W16 estaba en sintonía con el circuito.

 

A Russell, Verstappen y Antonelli no les preocupaban sus perseguidores. Los tres ganaron la batalla de las detenciones. El ingreso temprano generó un efecto dominó sobre el resto del Top 10 del primer tercio de carrera: Oscar Piastri (P4), Charles Leclerc (P5), Lando Norris (P6), Lewis Hamilton (P7), Fernando Alonso (P8), Nico Hülkenberg (P9) y Franco Colapinto (P10). Este grupo no representaba una amenaza cuando se reordenara el clasificador. Ni siquiera Norris y Leclerc, que largaron con neumáticos duros y podían estirar la detención, eran una sombra para los líderes.

 

Norris abandona su coche luego de la colisión con piastri. (XPB Images)
Norris abandona su coche luego de la colisión con piastri. (XPB Images)

 

Solo un Safety Car o una bandera roja podría dar por tierra la estrategia. Para alivio del trío no se repitió la carrera de Imola. Ni siquiera cuando abandonó Alex Albon con su motor agonizante. Aparcó el Williams en la vía de escape de la horquilla lo que no hizo falta la neutralización. La caída del tailandés encendió nuevamente las alarmas en la división motores de Mercedes. Es el tercer impulsor de Brackley que dice basta en los últimos tres Grandes Premios –Alonso en Mónaco, Antonelli en España y ahora Albon–. A la lista se suman el Honda de Liam Lawson (Racing Bulls) y el Renault de Pierre Gasly (Alpine) que tuvieron que cambiar elementos de la UP antes de la carrera. Con el desarrollo prohibido por la FIA desde hace dos años, a causa del cambio reglamentario que regirá la próxima temporada, los motores comienzan a mostrar sus últimas fuerzas cuando restan 14 fechas para el final del campeonato.

 

Pero la caída de otro de sus motores no preocupó a Mercedes. Se preparaban para celebrar el primer doblete de 2025. Russell tenía a Verstappen bajo control y Antonelli daba muestras de poder contener a los papaya. Lo que nadie imaginó es que Norris chocaría a su propio compañero.

 

Antonelli celebró su primer podio en F1. (F1 / FOM)
Antonelli celebró su primer podio en F1. (F1 / FOM)

 

El incidente aseguró el podio para George Russell, Max Verstappen y Kimi Antonelli. Mientras que el box de McLaren se convertía en una olla a presión. Lando Norris se disculpó con el equipo y después con Andrea Stella. El jefe de Woking no ocultó su disgusto. Tal vez imaginaba la lluvia de críticas por no dar la tan reclamada orden que evitara una colisión entre compañeros. El cuarto lugar de Piastri bajó un poco la tensión, pero no fue un paliativo. Es unánime la opinión de los analistas sobre que las Papaya Rules deben llegar a su fin, y declarar a Piastri como piloto 1.

 

Sería injusto terminar la crónica de Montreal con el choque entre los McLaren. El escándalo papaya no debe eclipsar el fin de semana de Mercedes. No solo por la victoria de Russell. También por el tercer lugar de Antonelli. Desde el Gran Premio de Malasia de 2006 que un italiano no subía a un podio. Giancarlo Fisichella, ganador aquella tarde en Kuala Lumpur, tenía el triste privilegio de ser el último.

 

Kimi ni siquiera había nacido cuando su coterráneo logró esa victoria con el Renault. A los 18 años, y con diez carreras en F1, comienza a escribir su nombre en la historia. Los italianos están esperanzados con él. Sienten que por fin encontraron al continuador de la estela que dejó Tazio Nuvolari –el ídolo indiscutido del automovilismo italiano–, Alberto Ascari –su gran campeón–, Lorenzo Bandini –la esperanza trunca– y Michele Alboreto –el más querido–.