Ganó Norris pero Hülkenberg se llevó las ovaciones en Silverstone

Ganó Norris pero Hülkenberg se llevó las ovaciones en Silverstone

A los 37 años, el alemán logró su primer podio en la Fórmula Uno. Sauber no alcanzaba un Top 3 desde 2012. La carrera fue para Norris luego de un error de Piastri que le costó una penalización.

 

Este artículo debería comenzar con el ganador del Gran Premio de Gran Bretaña: Lando Norris. Sin embargo, como en el teatro, un actor de reparto se llevó todos los aplausos. Nico Hülkenberg, con 37 años y 239 Grandes Premios disputados, logró su primer podio en la Fórmula Uno. Fue un tercer lugar que despertó una sensación de justicia con uno de los pilotos en actividad más queridos de la parrilla.

 

Todavía se están pellizcando en el box de Sauber. El podio en Silverstone, que sabe a victoria, encadena la cuarta carrera consecutiva en los puntos para el equipo de Hinwil. ¿Pero que sucedió para que llegara al Top 3 un coche del fondo del pelotón? Es una historia que bien podría ser el argumento para una secuela de la película F1.

 

Las lluvias que se aguardaban por la mañana se extendieron más de la cuenta. A falta de 20 minutos para la salida, las precipitaciones cubrían el circuito británico. Los equipos, a partir de los reportes del sábado, especulaban que a esa altura ya no caería agua y la pista se secaría lentamente. El panorama puso en duda las estrategias.

 

Verstappen mantiene la punta en la salida ante el ataque de Piastri. (Andrew Boyers / REUTERS)
Verstappen mantiene la punta en la salida ante el ataque de Piastri. (Andrew Boyers / REUTERS)

 

Si bien los pilotos saldrían con neumáticos intermedios, el interrogante era cuanto tiempo tardaría en secarse el suelo. Para colmo, a minutos de la vuelta de formación, los radares detectaron una masa de agua que apuntaba a Silverstone, arribando 25 minutos después de la largada –alrededor de la vuelta 16 o 17–.

 

Algunos equipos desafiaron la advertencia y apostaron por neumáticos lisos. Era un riesgo. Pero daría frutos para una avanzada si el secado era rápido. Charles Leclerc (Ferrari), George Russell (Mercedes), Isack Hadjar (Racing Bulls), Gabriel Bortoleto (Sauber) y Franco Colapinto (Alpine), ingresaron a boxes en la vuelta previa para cambiar los intermedios de lluvia por compuestos de piso seco –el argentino igual tenía que entrar porque salía del pit line por cambio de motor–.

 

El resto enfrentó los primeros giros con el plan original. En la salida, el poleman Max Verstappen (Red Bull) mantuvo el liderazgo ante la presión de Oscar Piastri (McLaren) que buscó la cuerda interna. Su compañero, Lando Norris, se defendió de un intento de Lewis Hamilton (Ferrari). El piso húmedo comenzó a hacer de las suyas. Esteban Ocon (Haas) chocó a Liam Lawson (Racing Bulls), por lo que el neozelandés no pudo continuar, generando el primer Virtual Safety Car de la jornada.

 

Lawson fue el primer caído en la carrera. Antes, había desertado Colapinto en boxes. El argentino no pudo largar por una falla en la caja de cambios cuando intentó arrancar después de cambiar las cubiertas.

 

Norris saltó a la punta por la penalización de Piastri. (Jaimi Joy / REUTERS)
Norris saltó a la punta por la penalización de Piastri. (Jaimi Joy / REUTERS)

 

El relanzamiento duró solo medio circuito. Bortoleto, uno de los que había cambiado a lisas, se despistó en Farm golpeando las defensas. El brasileño pudo sacar el auto, pero el Sauber comenzó a desprender fragmentos de fibra de carbono hasta que  se detuvo. Nuevo Virtual Safety Car. La segunda neutralización fue una mala noticia para los que calzaban neumáticos de seco. Esto modificaba la estrategia de ganar terreno cuando hubiera una entrada masiva a boxes antes de la lluvia.

 

Cuando se relanzó en la sexta vuelta, Piastri fue a la caza de Verstappen por el liderazgo. El australiano intimidó al holandés mostrando el coche por los espejos y ensayando diferentes trazadas para un eventual rebase. Verstappen no tenía muchas opciones para resistir. El Red Bull tenía poca carga aerodinámica –lo que le dio la pole el sábado– y estaba a merced de los McLaren o cualquier coche que tuviera mayor carga. La presión de Piastri fue exitosa. Verstappen derrapó en Becketts y el australiano se lanzó en la recta del Hángar para superarlo. El asalto llegó justo a tiempo: comenzaban a caer las primeras gotas.

 

Un giro antes de la lluvia, Sauber llamó a Hülkenberg a boxes. Le colocaron otro set de intermedios. Al principio se creía que era un error hacer el pit stop tempranamente si la estrategia era cambiar por otras gomas para mojado. Pero los estrategas de Hinwil estaban convencidos que era el camino para mantenerse dentro de los puntos.

 

Un error el relanzamiento del segundo safety Car le costó la carrera a Piastri. (Andrew Boyers / REUTERS)
Un error el relanzamiento del segundo safety Car le costó la carrera a Piastri. (Andrew Boyers / REUTERS)

 

En la vuelta 12, dos giros después del ingreso del alemán y bajo la lluvia, ingresó el pelotón de punta: Piastri, Norris, Verstappen y Hamilton. En McLaren demoraron 5.1 segundos con Norris por un inconveniente con la rueda delantera izquierda. El contratiempo permitió a Verstappen recuperar la segunda posición que perdió con el papaya británico antes de ingresar. Además, el retraso benefició a Piastri que empezó a construir una ventaja que alcanzaría los 11 segundos.

 

Sin embargo, en la vuelta 15, la estela de spray que levantaban los monoplazas –la gran falencia de estos modelos del reglamento técnico que rige desde 2022– forzó la salida del Safety Car. La brecha que construyó Piastri se esfumó, pero le permitió mandar señales a sus perseguidores que tenía el control de la carrera. Y el coche de seguridad continuaría jugando a su favor: luego del relanzamiento, en el giro 18, tuvo que regresar a pista por el despiste de Hadjar en Copse. El francés de Racing Bulls se llevó por delante a Kimi Antonelli (Mercedes). La colisión obligaría más tarde al italiano a abandonar por daños en el suelo.

 

Esta neutralización marcaría una bisagra. Cuando se apagaron las luces del Safety Car, en la recta del Hángar, Piastri levantó bruscamente y casi provoca un choque en cadena. Verstappen tuvo que esquivarlo para no llevárselo puesto, Norris y el resto levantaron para evitar colisiones. La escena se completó cuando tiró a fondo el australiano. Verstappen, que todavía se recuperaba del susto, se vio sorprendido y aceleró para no perderle pisada. El Red Bull patinó en Stowe e hizo un trompo perdiendo varias posiciones.

 

Sauber acertó en la estrategia para que Hülkenberg logre el tercer lugar. (Planet F1)
Sauber acertó en la estrategia para que Hülkenberg logre el tercer lugar. (Planet F1)

 

Los comisarios juzgaron la maniobra de Piastri como acción peligrosa y lo penalizaron con diez segundos. La carrera dio un giro de 180 grados. El error le costó la victoria que pasó a manos de Norris. Además, tenía que salvar el segundo lugar abriendo una brecha de más de 20 segundos sobre el tercero Lance Stroll. El de Aston Martin, con una estrategia similar a la de  Hülkenberg, alcanzó la P3 aprovechando los abandonos y pit stop del resto.

 

La segunda mitad en Silverstone fue sin interrupciones. La pista comenzó a secarse permitiendo el uso del DRS. Stroll fue el primero en caer. Fue superado por Hülkenberg y luego por Hamilton. Con el canadiense fuera de escena, la pulseada por el tercer lugar sería entre ellos. Hülkenberg debería volcar, en las quince vueltas que restaban, toda su experiencia en Fórmula Uno para alcanzar el podio.

 

Con las posiciones reordenadas tras la última ronda de boxes, Norris pasó al frente con Piastri en segundo lugar. Ya con neumáticos secos, el británico solo tenía la obligación de no cometer errores.

 

Hülkenberg en el podio. (Sauber Group)
Hülkenberg en el podio. (Sauber Group)

 

La carrera estaba definida con un 1-2 de McLaren. Faltaba saber si Hülkenberg lograría la hazaña o Hamilton lo doblegaría. Para sorpresa de todos, el modesto Sauber era mucho más rápido que una Ferrari con neumáticos blandos y en manos del siete veces campeón. Nadie le prestó atención a Norris cuando cruzó la meta en prmer lugar escoltado por Piastri. Todos seguían con atención la última vuelta de Hülkenberg que se imponía por más de cinco segundos sobre Hamilton.

 

Los puños apretados se elevaron al cielo cuando el alemán cruzó tercero la meta. De golpe, los aficionados dejaron de lado la lealtad a sus ídolos y marcas para alentar al veterano con 15 años de trayectoria en la Máxima Categoría. El staff del equipo Sauber se fundía en un abrazo conmovedor. El mundo, por un instante, se vistió de verde fluorecente.

 

Algunos señalarán que el podio fue un resultado del azar producto de la lluvia, como ocurrió con Alpine el año pasado en Interlagos. ¿A quién le importa? En Hinwil necesitaban un golpe de escena de esta magnitud para demostrar al paddock que el proyecto de Audi no es una aventura. Y los resultados le están dando la razón a Mattia Binotto. El ingeniero, capo máximo de Sauber, puede presumirlos: cuatro carreras consecutivas en los puntos, sexto lugar en constructores, y un podio –algo que no ocurría desde el Gran Premio de Italia de 2012 con el segundo lugar de Sergio Pérez–. Pero lo más importante es que Nico Hülkenberg, que largó desde la decimonovena posición, saldó una cuenta pendiente. Se hizo justicia.

 

Clasificación final del Gran Premio de Gran Bretaña. (FIA)
Clasificación final del Gran Premio de Gran Bretaña. (FIA)