Como en la clasificación en Austin dejó muy alta la vara en su primera vuelta con blandos. Leclerc terminó segundo a una décima y media; tercero Antonelli con el Mercedes.

 

El holandés Max Verstappen (Red Bull) fundió los relojes en la segunda sesión de entrenamientos libres que se realizaron en el Autódromo Hérmanos Rodríguez de la Ciudad de México. Mientras Lando Norris (McLaren), Oscar Piastri (McLaren), Charles Leclerc (Ferrari) y George Russell (Mercedes), dirimían entre ellos por el mejor crono; «Mad Max», en su primer stint con neumáticos blandos, arrasó con un tiempo de 1:17.392s que desconcertó a propios y extraños.

 

Como en la Quali de Austin, Verstappen colocó la vara muy alta. El resto de sus rivales tiraron la toalla. No buscaron descontar la diferencia y se volcaron a simulacros de tanda larga —teniendo en cuenta que resta una sesión de libres y la clasificación—. La resurrección del holandés y Red Bull también se trasladó a los entrenamientos, un ingrediente más en la construcción de lo que podría ser la mayor hazaña en la historia de la Fórmula Uno.

 

 

Leclerc, el más rápido en la sesión del mediodía, fue el que más se acercó: +0.153s. Una décima y media detrás de Verstappen. Además, el RB21, que estrena nuevas modificaciones en el suelo, se mostró con mejor ritmo que los McLaren. Norris quedó P4 a +0.251s de la punta y Piastri se hundió en P12 a más de ocho décimas.

 

Los de Woking ni siquiera pudieron entrar al Top 3. El británico, segundo en el campeonato y con Verstappen respirándole a 22 puntos, no pudo doblegar al joven Kimi Antonelli (Mercedes) que se hizo de la tercera posición. Entre el Mercedes y el papaya solo los separaron 77 milésimas.

 

 

Las caras de preocupación florecen en el box de McLaren. Tanto Red Bull como Mercedes se colocaron al frente de la tabla de rendimiento en carrera, mientras que McLaren experimenta un retroceso que lo ubica tercero. Los equipos de Brackley y Woking dejaron de desarrollar sus actuales monoplazas. En cambio, Red Bull, continúa trabajando con el RB21 —sacrificando horas al coche de 2026—. Los de Milton Keynes, con un fondo plano que mejoró sustancialmente el auto a partir de Monza, doblegó a los papaya; pero, lo más preocupante en Woking, es que los Mercedes —sin actualizaciones y dedicados al próximo año— también los superan.

 

Para colmo, si no faltaran más dolores de cabeza para Norris y Piastri, Ferrari asoma la cabeza —al menos con Leclerc—. El equipo de Maranello también quiere ser protagonista en la recta final del campeonato, y arrebatarle puntos a McLaren para escapar de Red Bull en constructores. De golpe, todos juegan para Max Verstappen.