El vértigo, la velocidad y la adrenalina quedaron atrás, habÃan sido superados como casi todos sus rivales, pero increÃblemente la carrera no llegaba a su fin, faltaba algo…y la tristeza ganaba lugar.
El vértigo, la velocidad y la adrenalina quedaron atrás, habÃan sido superados como casi todos sus rivales, pero increÃblemente la carrera no llegaba a su fin, faltaba algo…y la tristeza ganaba lugar.