Reconoció que está falto de rodaje con el actual monoplaza. Sin embargo, aseguró que en Alpine están dando los pasos correctos en su incursión en Imola.
El argentino Franco Colapinto manifestó este jueves su emoción por regresar a la parrilla en lo que será su segunda etapa en la Fórmula Uno. Sin embargo, el piloto de Alpine, que reemplazó al degradado Jack Doohan, reconoció que empieza desde cero y está falto de rodaje en pista –más allá de su trabajo en el simulador–.
En la rueda de prensa que se celebró en el circuito de Imola, junto al líder del campeonato Oscar Piastri (McLaren) y Lance Stroll (Aston Martin), señaló que la inactividad forzada, luego de su última su última carrera en Abu Dhabi con Williams, “fue un buen momento para reflexionar sobre lo sucedido [en su primera experiencia en F1] y aprender de ello”.

“Feliz de estar de vuelta. Claro, nunca es agradable cuando sucede algo así, cuando te sientas en el asiento de otro piloto, pero en la Fórmula 1 nunca eliges el momento. Simplemente lo aprovecho, intento dar lo mejor de mí y aprovecharlo al máximo para el trabajo”, comentó el argentino sobre las circunstancias que lo catapultaron al segundo asiento de Alpine.
“He tenido mucho trabajo en segundo plano. Aparte de estos últimos días, también antes. He estado trabajando mucho en el simulador para el equipo. Claro, no en pista, pero sí ayudando al equipo a desarrollar el coche durante los fines de semana de carrera”, agregó.
Remarcó que la intensa actividad en los últimos días lo ayudó a familiarizarse con el coche. Aunque, valga la aclaración, este viernes se subirá por primera vez al A525. A pesar de ser, desde mediados de enero y hasta el Gran Premio de Miami, el primer piloto de reserva, nunca tuvo la oportunidad de probar el coche durante la pretemporada o un entrenamiento libre. Sus únicas salidas a pista fue con el A523 –el monoplaza de 2023– en test privados que se desarrollaron en Monza y Zandvoort. Solo el japonés Ryo Irakawa –que emigró a Haas para ser reserva y tester– se subió al A525 en la PL1 de Suzuka.

Cuando se le consultó sobre su cuello, Colapinto aseguró que todavía se está acostumbrando. “El cuerpo tuvo que adaptarse. Así que fue complicado al principio, pero lleva su tiempo. Imola es un circuito físicamente duro. No es como mi salida en Monza, que es la más fácil del año”.
El argentino, que según Alpine estará a prueba por cinco carreras, enfatizó que su objetivo en Imola será concentrarse en si mismo. “Es muy difícil tener expectativas. Ni siquiera he conducido el coche todavía, así que tengo mucho que aprender. Pero creo que estamos dando los pasos correctos y, si vamos poco a poco, creo que llegaré a un buen puesto”, concluyó.