Sainz logró su primer podio con Williams, algo que no alcanzaba el equipo de Grove desde 2021. Un tercer puesto acompañado por la ternura de la pequeña Thema y su unicornio azul.
“Hola Carlos, ¿cómo debería llamar a mi unicornio? ¿Sparkles o Sprinkles? ¿Y podés llevar una pegatina de unicornio en tu casco durante el resto del año? ¡Te quiero!”. La mágica aventura de Carlos Sainz en Bakú comenzó con el pedido que le hizo Thea, una niña que es fan del español. Como es habitual en los equipos, Williams realizó una campaña para que los aficionados puedan interactuar con los pilotos. El video de la pequeña, abrazada a su nuevo peluche, causó simpatía entre Sainz y Albon, y ambos debatieron sobre el nombre para el unicornio.
Carlos, también, accedió al pedido de su seguidora y redobló la apuesta: “Si tú, o tu unicornio Sparkles o Sprinkles, diseñán algo y lo envián al equipo, prometo que llevaré una pegatina de unicornio en mi casco”. Thea cumplió. Envió el dibujo de su unicornio a Grove y el equipo hizo el sticker que pegó el mismo Sainz en su casco. Creer o reventar: se convirtió en un amuleto de buena suerte. Hizo su mejor fin de semana con el equipo y lo coronó con su primer podio.

Equipo y piloto necesitaban este incentivo. La última vez que Williams alcanzó uno fue en el polémico Gran Premio de Bélgica de 2021 con el segundo puesto de George Russell. Mientras que Sainz no subía desde la última fecha de la temporada pasada en Abu Dhabi, su última carrera con Ferrari.
“Sinceramente, no puedo describir lo feliz que estoy ni lo bien que me siento. Sabe incluso mejor que mi primer podio”, expresó al ser entrevistado en parque cerrado.
“Hemos luchado duro todo el año y, por fin, hoy hemos demostrado que cuando tenemos la velocidad, la hemos tenido todo el año, y cuando todo sale bien, podemos lograr cosas increíbles juntos”, agregó.

El tercer puesto en Bakú llega en un momento que la suerte le era esquiva al español. Perdió muchos puntos por fallas del coche o incidentes de carrera cuando estaba en el Top 10. El fin de semana comenzó con buen ritmo en los entrenamientos y logró un sorpresivo segundo lugar en la Qualy. El domingo fue la coronación: “Hicimos una carrera impecable, sin ningún error, y logramos vencer a muchos autos que ayer no esperaba vencer”.
Expresó su orgullo por el equipo para superar un año muy difícil: “Hemos demostrado a todos el enorme avance que dimos en comparación con el año pasado. Estamos en ascenso y vamos por buen camino”.
Sainz logró un hito en su carrera deportiva. Es el segundo piloto que logra podios con las tres escuderías históricas de la Fórmula Uno: Ferrari, McLaren y Williams. El primero fue Alain Prost, con el que también comparte otro punto en común: ambos corrieron para el equipo oficial de Renault.

La conexión con una leyenda, volver a cantar «Smooth Operator» luego de cruzar la meta, y regresar a un podio; fue un camino de resiliencia. Tiene en claro lo duro que fue alcanzar al tercer escalón y por lo que atravesó. “Hemos tenido mucha mala suerte, muchos incidentes, y fue muy difícil convertir todo ese ritmo en resultados. Pero ahora entiendo por qué sucedió todo, porque el primer podio tenía que llegar así, y así es la vida. A veces la vida te trae esos malos momentos para darte uno muy bueno, y esto sabe mucho mejor de lo que esperaba”.
Las palabras finales del español fue una enseñanza para los jóvenes: “Una lección de vida: seguir creyendo, seguir confiando en el equipo que te rodea, en tus procedimientos y en todo lo que te rodea, porque tarde o temprano, siempre da sus frutos”. Pero también se necesita de un poco de fantasía. Y esa cuota la aportó la pequeña Thea con su mágico unicornio azul.