Contra todo pronóstico el monegasco saldrá en Hungría desde la primera posición. La baja de la temperatura en pista y el viento dejó a Piastri segundo y Norris tercero. Los Aston Martin sorprendieron en las tres tandas.
No estaba en los papeles. Fue una sorpresa, incluso para el protagonista y su propio equipo. Charles Leclerc (Ferrari) hizo saltar la banca en el Hungaroring y le arrebató la pole position a los todo poderosos McLaren.
Todavía los aficionados se refriegan los ojos. ¿Cómo es posible que haya ocurrido si el monegasco estaba a casi cuatro décimas de los papaya? ¿Cómo pasó de abonado a la tercera posición a poleman? La respuesta lleva a dos culpables que impidieron que Oscar Piastri (P2) o Lando Norris (P3) se llevaran la pole: la baja de temperatura en pista y el viento.

Hasta la Q3, las condiciones climáticas eran favorables para los de Woking. Eran los más fuertes de la pista. Solo habían tropezado en Q1 cuando Norris finalizó cuarto a +0.312s de Piastri, líder del primer corte clasificatorio. En el medio de ellos, como por arte de magia, aparecieron Fernando Alonso (Aston Martin, P2) e Isack Hadjar (Racing Bulls, P3); primera sorpresa del sábado.
Dos coches del mediocampanto se colaron entre los contendientes al título. Más sorpresivo fue lo de Alonso. Los Aston Martin tienen ritmo en el Hungaroring. El nuevo alerón delantero, que introdujeron este fin de semana, le dio una estabilidad al AMR25 que carecía en las 13 fechas anteriores. Y Alonso, un maestro para los golpes de escena, terminó a 70 milésimas de Piastri.
En la Q2 todo volvería a su cause normal. Los papaya dominaron el segundo corte y se despegaron del resto: +0.239s de diferencia. El duelo interno fue para de Norris, y Piastri quedaba a 51 milésimas de su compañero; lo que muchos intuían un final muy cerrado para Q3.

Nuevamente un Aston Martin se llevaba toda la atención. Esta vez fue Lance Stroll que estuvo cerca de los McLaren. Si bien quedó tercero –y lejos– el mensaje era claro: los de Silverstone son candidatos a tercer o cuarto mejor coche del fin de semana.
La batalla por la pole tenía dos candidatos definidos: los McLaren. Ni Leclerc –desaparecido del Top 3 en Q1 y Q2–, ni Russell –que no figuró en los Top 5– y mucho menos Verstappen –con un Red Bull desbalanceado–, eran una amenaza para la dupla de Woking. Sin embargo, el clima, pondría la casa patas para arriba.
El descenso de la temperatura, preludio de las lluvias que se aguardan para esta noche en la localidad de Mogyoród, más una ráfaga de viento, incidió en la definición. La temperatura de pista bajó rapidamente durante la Q3 y esto favoreció al Mercedes de George Russell que se colocó tercero en su primer stint. Un error en la última curva –se abrió ancho– privó al británico de dar el zarpazo a Piastri que era el poleman provisorio. El australiano le había ganado el primer crono a Norris por 96 milésimas, pero la aparición de Russell era una alarma para los papaya.

El segundo stint, la batalla final, significó la acatambe para la escudería de Woking. De la nada resurgió Charles Leclerc que bajaba los parciales de los McLaren para saltar a la punta. Lando Norris no podía mejorar sus propios tiempos –con un mal Sector 1– terminado tercero. Oscar Piastri tampoco pudo hacer mucho: dos malos sectores 1 y 2 lo condenaron al segundo lugar. El viento y la relentización de la pista los hicieron vulnerables.
La fiesta fue italiana. Leclerc consiguió la primera pole del año para Ferrari. Además, son altas las probabilidades de inciar la carrera con piso húmedo, una ventaja que podría aprovechar en el llamado Mónaco de los Autodromos. Más allá de las espectativas, la sorpresa fue tan grande para los de Maranello que ni siquiera Leclerc podía creerlo. “Es una vuelta impresionante, muy especial”, reseñó con su esforzado castellano.
