El británico le ganó la pulseada a Leclerc por una décima. Piastri tercero girando al límite rozando las defensas. Abandonaron los dos Mercedes.
Lando Norris puso una pausa al reinado de Charles Lecrec en las calles de Mónaco. El británico cortó la racha del monegasco que dominaba la tabla de tiempos desde los Libres 1 del viernes. Fue en la Q2 donde Norris comenzó a costruir su liderazgo, para quitarle la pole position, y asegurarse el 50 por ciento del Gran Premio de Mónaco.
Pero el reinado del piloto de Ferrari no está terminado. La segunda posición lo deja a tiro de buscar la punta de la carrera con una buena largada. Aunque eso implique arriesgar al límite para ganar el liderazgo en el embudo de Sainte Devote.

Sin embargo, McLaren guarda una carta de reserva. Oscar Piastri, líder del campeonato, partirá desde la tercera posición. Un eventual incidente entre los inquilinos de la primera fila lo dejaría en la punta con el mínimo esfuerzo y haría lo que más le gusta: controlar la carrera con frialdad e indiferencia.
El australiano podía haber sido el poleman este sábado. La sed de ir con el papaya al límite, en las estrechas calles del principado, lo privaron de salir delante del pelotón. Su voracidad de jugarse a todo o nada lo llevó a rozar dos veces el guardrrail -sobre el final de la Q2 y en el último stint de Q3-. Esta osadía le costó la pole y se tuvo que conformar con la P3, a +0.175s de distancia de su compañero.

Ferrari ya está pensando la forma de neutralizar a Piastri. Lewis Hamilton compartirá la segunda fila con el lider del campeonato. Este domingo le tocará la tarea que nunca quiso al fichar con Maranello: ser el escudero de Leclerc. No tiene otra opción en Mónaco. Deberá volcar toda su experiencia para despojar al australiano de la P3 en los 150 metros que separan la línea de salida y Sainte Devote. Si Hamilton controla a Piastri, Leclerc podrá enfocarse solo en Norris.
La tarde de sábado en el Peñón dejó dos grandes derrotados: Max Verstappen y el equipo Mercedes. El holandés no pudo aprovecharse de las dificulatdes del circuito para utilizarlo en su favor. Montecarlo es un escenario nocivo para el Red Bull. Fue en este lugar, el año pasado, donde la escuadra de Milton Keynes descubrió que el coche no puede sortear los pianos. Verstappen hizo todo para estar en la discusión por la pole, pero el callejero es damasiado para el RB21; y el quinto puesto de salida -a +0.715s de la punta- fue lo mejor que podía lograr.

El otro derrtotado, Mercedes, vio caer a sus pilotos entre Q1 y Q2. Kimi Antonelli, con el pase a la segunda ronda calasificatoria en el bolsillo, rozó la rueda delantera izquierda contra el guardrrail del ingreso a la Chicane. El coche del italiano quedó incrustado en las defensas de la rambla del puerto. Con uno menos, el equipo comandado por Toto Wolff, fue por la Q3. De nuevo la suerte se ensañó con los de Brackley. George Russell comenzó a quedarse sin potencia en Massenet. El Mercedes del británico, a duras penas, llegó hasta el túnel. Pese a los intentos de reseteo, Russell debió tirar la toalla y regresar caminando al box.
