Norris ganó en Interlagos, pero la ovación fue para Verstappen

Norris ganó en Interlagos, pero la ovación fue para Verstappen

El holandés partió desde el pit line y arribó tercero en una espectacular remontada. Antonelli llegó segundo resistiendo el ataque del Red Bull. Norris comienza a acariciar el título.

 

Es injusto anteponer el desempeño de un piloto en particular por encima del ganador de una carrera. Y más, si quien logró el triunfo es el líder del campeonato, que estiró la diferencia a 24 puntos sobre su perseguidor -que no es otro que su compañero de equipo- y 49 sobre el tercero. Precisamente, este último, fue el que eclipsó al vencedor. Lando Norris cerró su fin de semana perfecto en Brasil imponiéndose en Interlagos. Pero Max Verstappen —alías Mad Max, la Bestia, el Bicho o el apodo que a Usted más le guste— sumó otra perla a su collar de hazañas en la Fórmula Uno.

 

El holandés, que partió desde el pit line porque Red Bull —prácticamente— le armó un coche nuevo, dio otra lección de talento puro. Si hace un año, en el mismo trazado, hizo una «masterclass» bajo la lluvia; ahora dictó una cátedra de lucha, tenacidad y amor propio. La eliminación en Q1 fue un golpe al orgullo de Verstappen y Red Bull. Una herida que debían curar. Max no tiró la toalla y el equipo quería redimirse con su líder.

 

Norris mantiene el liderazgo tras el relanzamiento. (F1 / FOM)
Norris mantiene el liderazgo tras el relanzamiento. (F1 / FOM)

 

Es injusto hablar primero de Verstappen cuando Norris dominó la carrera desde la salida. Al británico no lo intimidó el joven Kimi Antonelli (Mercedes) que buscaba su revancha de la Sprint. El italiano movió tarde cuidándose que no lo sorprendiera Charles Leclerc (Ferrari) desde la tercera posición. Pero el monegasco no atacó. Es más, todos los pilotos de la parrilla —menos Verstappen y Ocon que partían desde boxes— optaron por una salida conservadora, sin arriesgar; como una señal de respeto al embudo que en los planos lleva el nombre de «Curva 1».

 

La carrera llegaría a su punto de quiebre antes de tiempo, en la tercera vuelta. Un toque entre Gabriel Bortoleto (Sauber) con Lance Stroll (Aston Martin) terminó con el brasileño contra las defensas. La neutralización, primero con Safety Car y luego con Virtual, modificó el libreto del Gran Premio de São Paulo.

 

Es injusto hablar primero de Verstappen cuando Norris mantuvo firme el liderazgo en el relanzamiento. Se escapó en la punta mientras que Piastri —en cuarta posición— apostó a todo o nada en la primera curva. Se tiró por el interno ante un descuido de Antonelli —P2— y con Leclerc —P3— buscando el rebase por el exterior. El Mercedes, que tenía la cuerda, encerró al McLaren y ambos se tocaron. El coche de Antonellí salió disparado contra la Ferrari del monegasco que sufrió la rotura de la suspesión delantera izquierda. Los comisarios cargaron toda la responsabilidad sobre el australiano con una penalización de 10 segundos. Para los oficiales, Piastri debió levantar cuando cerraba Antonelli y por lo tanto —según ellos— era el culpable de causar la colisión.

 

Verstappen largó desde el pit line. (Imagen TV / F1TV)
Verstappen largó desde el pit line. (Imagen TV / F1TV)

 

La buena fortuna no dejaba de sonreírle a Norris. Sin embargo, se estaba gestando la hazaña que eclipsaría su victoria. Una pinchadura tras el relanzamiento obligó el ingreso de Verstappen a boxes. Había ganado cinco posiciones y el imprevisto lo llevó otra vez a foja cero. Su bestia interior despertó. Se transformó en un «Pac-Man» que deglutía cuanto coche se interponía a su paso. Sus víctimas fueron Stroll, Hamilton, Colapinto, su compañero Tsunoda —que sentenció su futuro en el equipo—, Hülkenberg, Alonso, Sainz, Albon, Gasly, Bearman, Lawson, Russell y Hadjar. Para la vuelta 25 ya estaba cuarto.

 

Es injusto hablar de Red Bull y del holandés cuando McLaren acertó con las estrategias, tanto la de Norris como la de Piastri. La escudería papaya leyó bien el mensaje de la pista: los neumáticos se degradaban rápidamente. Interlagos devoraba los compuesto medios y blandos. Pirelli esperaba un solo pit stop y se abrió la puerta a su mayor obsesión: una carrera de dos paradas.

 

El cambio de estrategia no modificó el libreto que reescribía Red Bull. Se fijaron como objetivo a Piastri que estaba condicionado con la penalización. Verstappen le asestó un undercut. Además, calzó blandos para aumentar el ritmo y mantener vivo la esperanza del podio.

 

El rebase de Verstappen a Russell por la tercera posición. (Imagen TV / F1TV)
El rebase de Verstappen a Russell por la tercera posición. (Imagen TV / F1TV)

 

Se especulaba que intentaría llegar con estas gomas hasta el final. Las cuentas no cuadraban. Era una jugada suicida. En la vuelta 55 fue llamado al box para cambiar por medios y cerrar la carrera. Ya habían parado los papaya para el segundo pit stop. Verstappen, con tres detenciones, volvió a ganarle a Piastri; quedó por delante del australiano con Lawson en el medio. El holandés estaba cuarto y fue por los Mercedes de Antonelli y Russell —segundo y tercero respectivamente—.

 

Giampiero Lambiase, su ingeniero y socio de aventuras, le recomendó que administrara las cubiertas. Verstappen no hizo caso. Exprimió a fondo el Red Bull para buscar a Russell. Fue una cacería humana. El británico era vulnerable ante su perseguidor: el Mercedes tenía problemas de frenos. Era una presa fácil. Cuando restaban nueve vueltas, se tiró por el exterior de la primera curva para arrebatarle la tercera posición. No hubo aficionado o periodista que no se pusiera de pie para aplaudir el arrojo del holandés. Estaba consumando una hazaña: largó desde el pit line y estaba tercero. Intentó repetir con Antonelli, no pudo. El italiano no se dejó intimidar y resistió hasta la bandera a cuadros.

 

Es injusto hablar solo de Max Verstappen cuando Lando Norris ganó y comienza a acariciar el campeonato. Es injusto hablar solo de Max Verstappen cuando Kimi Antonelli mostró una sorpresiva madurez al soportar la presión del Red Bull. Es injusto, sí; pero el holandés regaló una página imborrable para la afición de Interlagos. Como hace un año. Es injusto, pero así es la Fórmula Uno.

 

Clasificación final del GP de Sao Paulo. (FIA)
Clasificación final del GP de Sao Paulo. (FIA)