El líder del campeonato subió a la cima del podio partiendo desde el cuarto lugar. Norris terminó segundo pero debió remontar por una salida de pista. Russell tercero pese a una protesta de Red Bull que rechazó la FIA.
Oscar Piastri conquistó su cuarta victoria de la temporada y la tercera consecutiva. El Gran Premio de Miami puede leerse como la consolidación del australiano como firme candidato al título mundial. Con la bandera a cuadros se llevó 25 puntos que le permite extender la diferencia a 16 sobre su compañero de equipo, Lando Norris, que finalizó segundo.
El circuito semi urbano que rodea al Hard Rock Stadium es un escenario simbólico para Mclaren. Fue en este trazado donde, la temporada pasada, comenzó el despegue de los papaya con la sorpresiva victoria de Norris. Un año después, bajo un cielo plomizo y con alerta de tormentas eléctricas, los MCL39 aplastaron al resto del pelotón. Entre los McLaren y el Mercedes de George Russell –que arribó en tercera posición– la brecha fue de +37.644s. Más de medio minuto, un abismo entre el duo de Woking y el resto.

Sin embargo, para alcanzar el 1-2 tuvieron que sortear el único obstáculo que los desafía: Max Verstappen. El holandés hizo del Red Bull un coche para vuelta de clasificación. Es la única oportunidad para estar por delante de los papaya e incomodarlos. La pole del sábado –y las que obtuvo en Japón y Arabia Saudita– son el resultado de esa estrategia.
En las 24 horas previas a la salida, Norris sostuvo que rebasaría a Verstappen. Dejó a un lado el pesimismo para abrazar un discurso más agresivo –su mayor carencia–. Cuando se apagaron las luces del semáforo, ambos coches se pusieron a la par con el británico intentando ganar el exterior. Pero Max nunca levanta para evitar el contacto, se mantiene firme en la cuerda, y redobla la apuesta para ver quién dura más en la pista. Por enésima vez Norris volvió a caer en la trampa. Se quedó sin espacio en la curva 3 terminando fuera de pista.
Fracasó en el intento de ser agresivo. Pagó un alto costo por tratar de doblegar a Verstappen: perdió cuatro posiciones. Para colmo, con el despiste, Piastri saltó de cuarto a tercero. Para alcanzar al Red Bull, el australiano solo tenía que superar a Kimi Antonelli (Mercedes); Norris, en cambio, tenía por delante a Sainz (Williams, P5), Russell (Mercedes, P4), Piastri (P3) y Antonelli (P2).

El líder del campeonato no tuvo problemas con el italiano. Aprovechó el relanzamiento del Virtual Safety Car, por el abandono de Jack Doohan (Alpine) –Liam Lawson lo encerró en la primera curva y chocaron-, para superar a la revelación del fin de semana. Superado el Mercedes fue por Verstappen que resistió seis vueltas los ataques del McLaren.
Fue asombroso como el cuatro veces campeón se defendió del coche más veloz de la pista con el RB21. Pero, en la vuelta 13, la presión era tan fuerte que se pasó en el frenaje de la primera curva. Esto permitió a Piastri ganar cómodamente el interno para alejarse rápidamente. Mientras que Norris, ya en tercera posición, le tocaba lidiar con Verstappen.
El australiano fue astuto. Pisó a fondo para sacar la diferencia mientras su compañero se enredó intentando superar al Red Bull. Durante cuatro vueltas el holandés leyó todos los movimientos del británico, no le daba opciones de rebase. Finalmente, en el giro 17, Lando pudo superarlo. La batalla por el segundo lugar benefició al puntero que sacó nueve segundos de ventaja.

A partir de aquí, el equipo McLaren corrió una carrera paralela. Los papaya se desacoplaron del tercero –primero con Verstappen y luego con Russell que le ganó la posición con un overcut–. El Gran Premio se dividió en dos grupos: el primero era el de Woking, el segundo lo integraban el resto.
La monotonía, que recuerda la época de dominio de Red Bull con Verstappen y Checo Pérez, se apoderó de Miami. Ni siquiera se alteró con los abandonos de Oliver Bearman (Haas) y Gabriele Bortoleto (Sauber) por rotura de motor -en ambos casos hubo Virtual Safety Car-.
Pero Ferrari se ocupó de llamar la atención. Charles Leclerc (P7) y Lewis Hamilton (P8) protagonizaron un duelo interno de órdenes de equipo. El británico pidió al box autorización para superar al monegasco porque tenía mejor ritmo –y salir a la caza de Antonelli que estaba a cuatro segundos-. El pit wall dudó varias vueltas alimentando la impaciencia de Hamilton. Ferrari cedió a la petición y se intercambiaron las posiciones, pero con la condición de devolverla si no alcanzaba al italiano; a Leclerc no le gustó la estrategia. A falta de ocho vueltas el box ordenó volver a las posiciones originales. Hamilton esperaba esa decisión en el último giro. En vez de desobedecerla, retrasó el cumplimiento de la orden aprovechándose de las dificultades de rebase en el circuito de Miami. Las radios fueron un ida y vuelta de quejas entre el monegasco, el británico y el box.

El circo de Maranello se llevó parte del protagonismo que merecía la victoria de Piastri. El australiano continúa en un excelente nivel que no se resquebrajó con la derrota en la Sprint a manos de Norris. A simple vista, su estrategia se basaría en sacrificar los sábados –sea Sprint o una clasificación- para golpear fuerte el domingo. Tan contundente son sus victorias que deja en segundo plano si el equipo hace 1-2.
Pero el Gran Premio de Miami no terminó con la bandera a cuadros. Red Bull presentó un reclamo porque Russell no habría disminuído la velocidad en una bandera amarilla. La infracción se penaliza con cinco segundos y esto podía darle el tercer lugar a Verstappen. La FIA, tres horas después de la carrera, y luego de una intensa investigación, rechazó la protesta.
El domingo finalizó con un nudo en la garganta. Minutos antes de la vuelta de reconocimiento, una noticia golpeó el corazón de los más nostálgicos de la F1: la muerte de Jochen Mass. A los 78 años partió el alemán que fuera uno de los animadores en los románticos años setenta. También supo ganar con McLaren. Su única victoria fue en el trágico Gran premio de España de 1975, en el peligroso callejero barcelonés de Montjuic. Mass fue uno de los privilegiados que inscribió su nombre en las 188 victorias que acumula la escudería de Woking. Cincuenta años después, Piastri continúa agregando victorias al cuadro de honor.
