Piastri vence a Norris en Spa

Piastri vence a Norris en Spa

El australiano ganó en Bélgica con un rebase a su compañero en la primera vuelta. Leclerc finalizó tercero. La carrera se retrasó más de una hora por la lluvia.

 

Con tres temporadas en la Fórmula Uno, el australiano Oscar Piastri (McLaren) todavía es un enigma para los aficionados. Un misterio que se devela a cuenta gotas carrera tras carrera. Este domingo, en el siempre desafiante circuito de Spa-Francorchamps, entregó otra pieza del rompecabezas de su enigmática personalidad.

 

El ganador del Gran Premio de Bélgica solo precisó de un rebase para dejar atrás el error que le costó la victoria en Silverstone. Además, con esa maniobra, demostró que es un piloto que aprende de sus rivales; aplicando las mismas técnicas con las que fue derrotado 24 horas antes.

 

Norris al frente en el lanzamiento de la carrera, Piastri no le pierde pisada. (Clive Rose)
Norris al frente en el lanzamiento de la carrera, Piastri no le pierde pisada. (Clive Rose)

 

Como lo hiciera Max Verstappen (Red Bull) en la Sprint, definió la carrera en la primera vuelta. No es una exageración. Tenía solo una bala de plata para vencer a su compañero Lando Norris. Y la utilizó cuando la FIA permitió la carrera en los bosques de Spa.

 

Una hora y 20 minutos antes, los coches salieron detrás del Safety Car para la vuelta de reconocimiento con la incertidumbre si habría largada. Bastó con ese giro para que Dirección de Carrera suspendiera el procedimiento de salida y decretara la bandera roja. Tanto la FIA como la gerencia de la F1 volvieron a quedar atrapados por el pánico a la lluvia.

 

Es cierto que la estela de agua que lanzaban los coches -aumentado en volumen por los difusores del efecto suelo- no permitía la visibilidad a los corredores. Es más, Lando Norris -poleman y cabeza del pelotón- no veía nada por el spray del mismo Safety Car. La seguridad es un punto incuestionable. Pero la FIA toma recaudos excesivos que rayan el rídiculo.

 

La carrera se retrasó más de una hora por la lluvia. (Yves Herman / REUTERS)
La carrera se retrasó más de una hora por la lluvia. (Yves Herman / REUTERS)

 

La mayor crítica estuvo en la larga espera. Cuarenta minutos después de la hora programada de salida, la lluvia se apaciguó en Spa. Los oficiales prefirieron esperar a que secara la pista o estuviera apto para los neumáticos intermedios: media hora más de retraso. Muchos se preguntan para qué lleva Pirelli los neumáticos de lluvia extrema si nadie los quiere. Es el gran problema del proveedor oficial, la gerencia y la FIA. La fobia de los pilotos con el compuesto no es capricho: se cansaron de señalar que no sirven para lo que fueron diseñados. Es un nuemático que tiene poca adherencia en los espejos de agua y levanta mucho spray como los difusores. Pirelli siempre reconoció la falla y nunca pudo encontrar la solución -aun así, el año pasado, la F1 y FIA le renovaron el contrato hasta 2027-.

 

Cuando la pista estuvo aceptable para los intermedios se habilitó la actividad. Los coches salieron detrás del Safety Car. Luego de las dos vueltas reglamentarias, Dirección de Carrera informó el inicio bajo Rolling Start. El recuerdo del Gran Premio de 2021 sobrevolaba en el ambiente. Sin embargo, luego de tres vueltas, hubo bandera verde.

 

Piastri no se despegó de Norris. Se mantenía lo más cerca posible. Esa actitud dio a entender que estaba decidido a quitarle la primera posición ni bien se levantara la neutralización. De hecho, antes de salir con el Safety Car, el australiano pidió a su ingeniero que se acercara para decirle algo -no quiso utilizar la radio- ¿Le anticipó su plan de ataque? Un secreto que ninguno reveló después de la carrera.

 

Piastri supera en Kemmel a Norris. (Imagen TV / F1TV)
Piastri supera en Kemmel a Norris. (Imagen TV / F1TV)

 

Norris se lanzó en velocidad y Piastri no le perdió pisada. El bitánico tuvo un leve movimiento al girar en Le Source, el australiano se mantenía firme en la línea. Los papaya subieron Eau Rouge con una mínima diferencia entre ellos. En la salida de Raidillon, Piastri tomó el rebufo de su compañero y se abrió por el exterior en la recta de Kemmel para ganar la cuerda antes de Les Combes. El rebase fue similar al que le hizo Verstappen el sábado.

 

Como un alumno aplicado, aprendió la lección del profesor holandés: atacó a su compañero por sorpresa. Norris se justificaría por radio alegando que no tenía carga en la batería –usó demasiado con el Safety Car–. Esto lo dejó vulnerable, pero Piastri no tenía esa información, se lanzó a todo o nada.

 

Con el liderazgo en sus manos, el australiano manejaría los hilos de la carrera. Buscó rápido la diferencia con Norris, y controló la temperatura de los neumáticos intermedios a medida que la pista se secaba. La clave para la victoria estaría en la transición de gomas de lluvia a seco. Lewis Hamilton (Ferrari) abriría esa puerta.

 

Jackie Ickx baja la bandera a cuadros al australiano. (FIA)
Jackie Ickx baja la bandera a cuadros al australiano. (FIA)

 

El box de Maranello llamó al británico en la vuelta 12 para calzar medios. Sorprendió el gran avance que tuvo desde el inicio de la carrera. Remontó cinco puestos en cinco vueltas, pasando de P18 a P13. En su meteórico ascenso tuvo de víctimas a Franco Colapinto (Alpine), Carlos Sainz (Williams), Nico Hulkenberg (Sauber) y Pierre Gasly (Alpine). La remontada activó una segunda fase para la escalanda: el pit stop. Con la pista secándose rápidamente el Cavallino madrugó al resto. La jugada crearía un efecto dominó que llevaría a Hamilton –en dos giros– a la séptima posición.

 

Una vuelta después que ingresara la Ferrari entró el grupo de punta. Piastri (P1), Leclerc (P3), Verstappen (P4) y Russell (P6), pararon por neumáticos medios para aguantar hasta el final. Norris fue el único que no se detuvo. La distancia con su compañero era de tres segundos y no tenía la ventana suficiente para que McLaren hiciera una doble detención.

 

El contratiempo llevó a los estrategas de Lando a barajar otras opciones. Apostaron por neumáticos duros hasta la bandera a cuadros, a la espera que cayeran los medios obligando a Piastri a una segunda pasada por el box.

 

Piastri celebra en parque cerrado su octava vicroria en F1. (Andy Hone)
Piastri celebra en parque cerrado su octava vicroria en F1. (Andy Hone)

 

Con las cartas sobre la mesa, solo restaba saber cual sería la estrategia ganadora. El australiano, enterado de la jugada de su compañero, gestionó al máximo para no sufrir la degradación. Contaría con una ayuda extra: Norris cometió errores forzados y no forzados. El británico se salió de pista en Le Source y Pouhon -sumado a una demora en el pit stop con el neumático delantero izquierdo-. Esto le permitió sostener una diferencia promedio de ocho segundos hasta el último tercio de carrera.

 

Cuando su ingeniero, a falta de 11 vueltas, le confirmó que las gomas aguantarían hasta el final, el australiano respondió serenamente: “Estoy contento con eso”. Era la noticia que necesitaba para buscar la bandera cuadros que bajaría Jackie Ickx.

 

En la sala VIP, donde los pilotos se despejan antes de subir al podio, Lando Norris y Charles Leclerc -tercero tras resistir el acoso de Verstappen- observaron detenidamente el rebase de Piastri. No hubo comentarios. Se adivinaba el asombro de ellos por su determinación. Además, era otra pieza del rompecabezas de su enigmática personalidad: aprende y replica con presición las maniobras que sufre en carne propia.

 

Clasificación final del GP de Bélgica. (FIA)
Clasificación final del GP de Bélgica. (FIA)