Verstappen aplastó en Monza

Verstappen aplastó en Monza

El holandés ganó en el Templo de la Velocidad sin dar margen de acción a los McLaren. Piastri tuvo que devolver la segunda posición a Norris luego que este se retrasara en boxes. El público abucheó al británico en el podio por la polémica orden de equipo.

 

“¡Hemos Volado!”. Max Verstappen no exageró en sus primeras declaraciones en parque cerrado. Es la definición precisa sobre la gran victoria que logró este domingo en Monza. Son dos palabras que describió el ritmo arrollador de un Red Bull que no se pareció al monoplaza poco fiable que hemos visto en gran parte de la temporada. A lo largo de las 53 vueltas en el parque, volvió el Max imparable cuando se alinean los planetas entre hombre y máquina.

 

El Gran Premio de Italia es la primera carrera que gana la escudería austriaca bajo el liderazgo de Laurent Mekies. El Autodromo Nazionale di Monza, último bastión de volocidad pura que queda en la Fórmula Uno, era el escenario ideal para que el sufrido RB21 mostrara su única fortaleza: velocidad con baja carga aerodinámica. Verstappen se ocuparía del resto.

 

Norris intenta ganar el interno a Verstappen antes de ingresar a la Primera Variante. (Jakub Porzycki / REUTERS)
Norris intenta ganar el interno a Verstappen antes de ingresar a la Primera Variante. (Jakub Porzycki / REUTERS)

 

El cuatro veces campeón lidió en la salida con un Lando Norris (McLaren) que empieza a sentir la presión que el título se le escapa de las manos. Al apagarse el semáforo, el británico mostró su lado agresivo que no termina de explotar. Intentó ganarle el interior al holandés antes de llegar al embudo de la Primera Variante (Rettifilo). Verstappen lo encerró levemente obligándolo a poner dos ruedas sobre el césped. Sin embargo, ambos llegaron a la par y Verstappen cortó la curva para evitar el contacto.

 

El Red Bull quedó en la punta. El box, rápido de refelejos, le ordenó que cediera la posición a Norris para evitar una penalización por sacar ventaja. Verstappen obedeció sin protestar, algo inédito en él. Mientras tanto, detrás de ellos, Charles Leclerc (Ferrari) y Oscar Piastri (McLaren) peleaban por la tercera posición. El monegasco le ganó la salida al líder del campeonato. Ambos se enfrascaron en una lucha feroz en las estrechas curvas del circuito italiano que levantó la adrenalina del público.

 

En las primeras vueltas Norris no podía despegarse de Verstappen. Presionaba al papaya y se palpitaba la pelea por el liderazgo. En el cuarto giro, con DRS a su favor, Verstappen se tiró por el externo para ingresar a Rettifilo. Norris, sin margen para resistir, fue rebasado.

 

Norris presionado por Verstappen cuando lideró brevemente la carrera. (Jakub Porzycki / REUTERS)
Norris presionado por Verstappen cuando lideró brevemente la carrera. (Jakub Porzycki / REUTERS)

 

Como en los viejos tiempos, una vez en la punta, el holandés comenzó a jugar con los hilos de la carrera. Se despegaba del McLaren a razón de dos décimas por vuelta, algo impensado esta temporada. Se creía que tanto Norris como Piastri -que logró superar a Leclerc en la sexta vuelta- estaban gestionando neumáticos. La realidad era que el RB21 tenía buen ritmo, y el aire limpio le permitía ir más rápido para estirar la diferencia.

 

No hacía falta gestionar las gomas. El asfalto generaba poca degradación lo que hizo replantear las estrategias. Las estimaciones de Pirelli -de 22 a 28 vueltas con neumáticos medios y de 28 a 34 con duros- fueron descartadas. McLaren estudiaba estirar la detención hasta después de la vuelta 35. La idea que barajaban en Woking, que tenía ambos coches con medios, era terminar las últimas 12 o 15 vueltas con los blandos. Red Bull, en cambio, pensaba cerrar con duros. La idea en Milton Keynes era que Max aprovechara la poca degradación -también calzaba medios- para anular cualquier ventana que permitiera a Norris lanzar un undercut.

 

La estrategia de Verstappen estaba dando resultado. Los tiempos neutralizaban cualquier jugada de boxes. La única esperanza para Norris era un Safety Car o un Virtual. Casi se cumple su deseo. Fernando Alonso (Aston Martin) rompió la suspensión delantera derecha cuando pasó por encima del piano de la salida de Ascari, pero el español alcanzó llegar al box.

 

El holandés mantuvo el control de la carrera después de rebasar a Norris en la cuarta vuelta. (Russell Batchelor / XPB Images)
El holandés mantuvo el control de la carrera después de rebasar a Norris en la cuarta vuelta. (Russell Batchelor / XPB Images)

 

El correr de las vueltas jugaba a favor de Verstappen. Aun después de hacer la parada, en el giro 38, el crono seguía anulando las brechas que podría beneficiar a sus perseguidores. Desde la cuarta posición, detrás de Leclerc y por delante de Hamilton, el holandés aseguraba la victoria. A Norris ya no le alcanzaba con un coche de seguridad. Fue tan implacable Verstappen que dejó al británico sin la posibilidad de una detención gratis.

 

Esfumadas las esperanza de doblegarlo, el equipo papaya se apegó al libreto que improvisó durante la carrera. Buscó asegurar la segunda posición para Lando Norris y el tercera puesto para Oscar Piastri. Llamaron al australiano, cuando restaban doce vueltas para el final, para calzarle los neumáticos blandos. Un giro más tarde ingresó el británico.

 

El pit stop de Norris fue catastrófico. Un problema con una pistola neumática ocasionó un retraso de 5,9 segundos. Esto permitió a Piastri subir a la segunda posición y Norris se hundía a P3. Era un golpe en el campeonato. El australiano le estaba sacando unos puntos más de ventaja en la tabla de pilotos.

 

Los mecánicos de Red Bull celebran el paso de Verstappen por la línea de meta. (FIA)
Los mecánicos de Red Bull celebran el paso de Verstappen por la línea de meta. (FIA)

 

Al restraso se sumaría la polémica. El equipo, desorientado por el incidente involuntario, ordenó a Piastri que devolviera la posición. El swap no fue cuestionado por el líder del campeonato. La aceptación de la orden podría interpretarse como una jugada inteligente: mostrar disciplina para tener al box de su lado cuando llegue la definición por el título.

 

Mientras McLaren se enredaba en su propia comedia italiana, Max Verstappen cruzó la meta con 19 segundos de ventaja. “El coche estuvo genial, pude controlar el ritmo y paramos en boxes en momento justo. Una ejecución fantástica por parte de todos”, dijo con feliciadad al ser entrevsitado en parque cerrado .

 

La victoria, tercera de la temporada, es diferente a las de Suzuka e Imola. En esos trazados se recostó en la dificultad de rebase para mantener a raya a los papaya. En cambio, en Monza, aprovechó la fortaleza del RB21 con baja carga aerodinámica para asestar dos estocadas en Q3 y dominar la carrera. Difícilmente Verstappen pueda repetir una victoria tan contundente en lo que resta del año. Sin emabrgo, Red Bull envió un mensaje a sus rivales: aprovecharán al máximo las oportunidades que permitan a Max estar en la cima.

 

Pero la faena del holandés tuvo una sombra. El público abucheó a Lando Norris cuando fue anunciado en el podio. Era la reprobación de los aficionados a las «Papaya Rules». El británico, que ve como Oscar Piastri comenzó a administrar la diferencia en el campeonato, también tendrá que lidiar con los pasos en falso de su equipo. Ahora, para los ojos de la afición, quedó marcado como el favorito del jefe de McLaren Andrea Stella -algo que no es cierto-; la confusión también será capitalizada hábilmente por Piastri.

 

Resultados del GP de Italia. (FIA)
Resultados del GP de Italia. (FIA)