El holandés largará desde la pole en Monza luego de batir a los McLaren en la qualy. “Es lo único que podemos hacer y luego veremos qué pasa mañana”, comentó en parque cerrado.
“Creo que aquí, con la baja carga aerodinámica, siempre es muy difícil clavar la vuelta; al frenar también es fácil cometer errores, pero la Q3 se sintió bien”. Max Verstappen (Red Bull) hizo sencillo lo imposible. El holandés se llevó la pole con un coche que no lo acompañó a lo largo del año, pero que en Monza fue preparado para dar el golpe en la Qualy.
Si bien era uno de los protagonistas para la Q3, el favoritismo recayó sobre los McLaren y Charles Leclerc (Ferrari). El cuatro veces campeón voló en sus dos stint, y en el primer intento colocó la vara en el minuto dieciocho –tiempo que no habían alcanzado sus rivales–.

“El coche ha funcionado mucho mejor durante todo el fin de semana, y estoy muy contento de poder luchar por la pole” dijo en parque cerrado. Señaló que fue una lucha la Q3: “Estuvo muy ajustado. Aún nos faltaba un poquito, pero hicimos algunos cambios finales que creo que me permitieron apretar un poco más, y eso es justo lo que se necesita en la clasificación, así que para nosotros es un gran momento”.
Consultado por la transmisión oficial si podría ganar este domingo, respondió: “Ya veremos. Históricamente esta temporada la carrera siempre ha sido un poco más complicada para nosotros, pero vamos a darlo todo”, dijo. Además, remarcó que, por el momento, el buen trabajo en clasificación «es lo único que podemos hacer y luego veremos qué pasa mañana».
La última vez que Max Verstappen ganó desde la pole fue en Suzuka. En aquella carrera se apoyó en la dificultad de rebase y lo trabado del circuito para derrotar a los McLaren de Lando Norris –segundo– y Oscar Piastri –tercero–. Si bien en Monza, a primera vista, sería complicado contener a los papaya, en Red Bull creen que pueden torcer la historia con la estrategia en boxes.