Dominó la PL1 secundado por los Williams de Albon y Sainz. Por primera vez un McLaren no terminó en el Top 3: Norris séptimo y Piastri decimocuarto. Fuerte accidente de Leclerc.
El holandés Max verstappen (Red Bull) fue el más rápido en la primera sesión de entrenamientos que abrió la actividad en el circuito Gilles Villeneuve de la ciudad de Montreal (Canadá). El actual monarca, tercero en el campeonato de pilotos, quedó al tope de la tabla de tiempos con un registro de 1:13.193s.
No llamaría la atención que Verstappen lidere un libre, teniendo en cuenta su destreza y talento para hacer un bólido al indolente RB21. Lo que sorprendió en el mediodía canadiense es que fue escoltado por los Williams de Alex Albon y Carlos Sainz.

La dupla de Grove quedó muy cerca del Red Bull. Albon finalizó segundo a +0.039s mientras que Sainz quedó tercero a +0.082s.
Sin embargo, los resultados que arrojó la PL1 se pueden considerar engañosos. Entre la troika de punta y el cuarto, que fue el Mercedes de George Russell, hubo una brecha de casi cuatro décimas.
Tampoco nadie cree en los tiempos que hicieron los McLaren. Por primera vez en la temporada no hubo un papaya en el Top 3. Lando Norris cerró su tanda en P7, a +0.458s, y Oscar Piastri en P14 -a poco más de un segundo de Verstappen-. Era evidente que el equipo de Woking no desplegó todo su potencial, y optó por un discreto trabajo en una pista donde son claros favoritos.

La sesión tuvo una sola interrupción por bandera roja. Fue a los quince minutos cuando Charles Leclerc se estrelló en la salida del Sector 1. La Ferrari frenó tarde en el ingreso de la curva 4 chocando el lateral izquierdo contra el muro.
Leclerc resultó ileso, pero los daños en el coche obliga al equipo a trabajar a contra reloj para llegar a la segunda práctica. El incidente no podía ocurrir en peor momento. En la jornada del jueves, la prensa de Italia comenzó a difundir rumores de un clima caótico en Maranello, donde no faltan las teorías de cambios a fin de año. Especulaciones que siempre surgen cuando la Scuderia está de capa caída; una tradición italiana.
