Max Verstappen discutió con George Russell en el Parque Cerrado por una intensa pelea al comienzo de la carrera de velocidad en Azerbaiyán.
Max Verstappen discutió con George Russell en el Parque Cerrado por una intensa pelea al comienzo de la carrera de velocidad en Azerbaiyán.
Charles Leclerc sufrió la degradación de los neumáticos durante la carrera al sprint en el GP de Azerbaiyán y necesitaba evitar un ataque a Sergio Pérez para asegurarse de poder llegar al final de la carrera aún competitivo.
El piloto mexicano falló en el segundo sector de su último intento en la clasificación y finalizó tercero. También destacó la “tremenda vuelta” conquistada por Charles Leclerc.
El director técnico de Alpine, Matt Harman, aseguró que el equipo tendrá un nuevo piso en el GP de Azerbaiyán, y anunció actualizaciones para las próximas dos carreras, en Miami y Emilia-Romaña.
Toto Wolff, dijo que entendía los cambios planeados por la F1 en las etapas de velocidad, pero admitió que el uso adicional de neumáticos y motores aún genera dudas en los equipos.
Max Verstappen ve las carreras de velocidad como una forma artificial de agregar emoción a un fin de semana de Fórmula 1 y cree que la serie podría ir por otro camino para hacer que el evento sea más interesante para el público.
James Vowles se ha hecho cargo de Williams para un trabajo a largo plazo, pero Damon Hill cree que los conocimientos de ex-Mercedes son justo lo que necesitaba el equipo de Grove.
Los pilotos admitieron su confusión con las tres banderas rojas que se dispararon durante el Gran Premio de Australia, y Max Verstappen se quejó del “desorden” causado por las decisiones de dirección de carrera.
La primera bandera roja del GP de Australia estuvo a punto de provocar un choque colectivo, y todo porque George Russell, que regresaba de boxes a gran velocidad, se vio sorprendido por la repentina desaceleración del pelotón del frente.
Después de verse involucrado en un accidente con Carlos Sainz y casi perder el tercer puesto, Fernando Alonso celebró el resultado en el GP de Australia. Sin embargo, reconoció que no tenía el ritmo para seguir a los Mercedes.