Muchas veces nos preguntamos por qué cierto circuito nos agrada más que otros, quizás, la respuesta choque con una afirmación que no hará otra cosa que continuar inclinándonos por ciertos gustos particulares.
El 7 de abril de 1968, figura como una de las fechas más tristes de la historia del automovilismo mundial, ese día, desaparecía físicamente Jim Clark, el piloto preferido de Colin Chapman, el “Invencible”, el “Escocés Volador”, el piloto que con su desaparición se adueñó de una de las leyendas más grandes de la historia del automovilismo en general.