Ben Sulayem pide precaución sobre la valoración “exagerada” de $ 20 mil millones para la F1

Ben Sulayem pide precaución sobre la valoración “exagerada” de $ 20 mil millones para la F1

El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, advirtió sobre los riesgos potenciales para la Fórmula 1 en medio de conversaciones “exageradas” sobre una valoración de $ 20 mil millones para la serie.

 

 

La semana pasada sugirió que el fondo de riqueza soberana de Arabia Saudita había estado interesado en comprar la F1 al propietario actual, Liberty Media, por un precio de 20.000 millones de dólares, pero la propuesta fue rechazada.

Si bien las fuentes sugieren que el informe no era del todo exacto en el sentido de que las discusiones nunca se abrieron seriamente con Liberty sobre una compra, la deslumbrante valoración de la F1 ha llamado la atención de algunos.

Dado que Liberty Media compró originalmente la F1 por $ 4.4 mil millones en 2017, un precio de $ 20 mil millones sugeriría que ha asegurado una recuperación increíble de su inversión.

Pero para la FIA, que ha arrendado los derechos comerciales de la F1 hasta 2110, una venta de la serie a un nivel tan alto podría desencadenar algunas consecuencias no deseadas.

Un ejemplo, sugiere el presidente Ben Sulayem, es que cualquier nuevo propietario que haya gastado tanto dinero para comprar F1 buscaría acelerar las devoluciones.

Y eso podría resultar en que los promotores de carreras se enfrenten a un grave aumento en las tarifas de alojamiento. Esto, a su vez, podría obligar a un aumento en los costos de las entradas, lo que podría hacer que los fanáticos no puedan asistir a las carreras.

En una publicación en Twitter el lunes, Ben Sulayem expresó su preocupación por las implicaciones de una compra tan grande de dinero.

 

 

 

“Como custodios del automovilismo, la FIA, como organización sin fines de lucro, se muestra cautelosa sobre los supuestos precios inflados de 20.000 millones de dólares que se están poniendo en la F1”, dijo.

“Se recomienda a cualquier comprador potencial que aplique el sentido común, considere el bien mayor del deporte y presente un plan claro y sostenible, no solo una gran cantidad de dinero.

“Es nuestro deber considerar cuál será el impacto futuro para los promotores en términos de mayores tarifas de hospedaje y otros costos comerciales, y cualquier impacto adverso que pueda tener en los fanáticos”.