El piloto monegasco estuvo igualado con Carlos Sainz en toda la temporada, teniendo en pocas ocasiones la chance de ganar carreras. Sin embargo ha logrado mejorar los resultados del Cavallino notablemente respecto al 2020.
En una era de la tecnología, donde el éxito de un piloto en la F1 depende en gran medida del coche del que disponga, suele suceder que los grandes talentos del futuro deban esperar un poco a tener un coche competitivo para sacarle todo el potencial a su manejo. Fue el caso de Lewis Hamilton, por ejemplo, entre 2009 y 2013, donde tanto su Mclaren (hasta 2012) como su Mercedes (en 2013) podía alcanzar la victoria de vez en cuando, pero difícilmente poner a tiro al británico del campeonato de pilotos, a excepción de la increíble temporada 2010.
La meteórica carrera de Charles Leclerc, si bien no tan intensa en sus inicios como la de Hamilton, se ha estancado levemente en las últimas dos temporadas de F1. Es que el monegasco no pudo repetir una victoria en la máxima desde el memorable GP de Italia del 2019. En 2020 Ferrari desarrolló uno de sus peores monoplazas en los últimos años, y en el 2021, si bien la Scudería se ha recuperado un poco, aún les falta un largo trecho por recorrer para que Charles y Carlos Sainz sean visitantes asiduos del podio.
Las primeras 4 carreras de la temporada resumen el 2021 de Leclerc en cuanto a resultados; los 6° y 4° lugares en Sakhir, Imola, Algarve y Barcelona son las posiciones que más frecuentaría a lo largo de la temporada. Sin embargo, lo sucedido en Mónaco merece un capítulo aparte.
Pese a que Ferrari demostró un gran ritmo en las prácticas libres, Leclerc, mientras marcaba la pole provisional en la clasificación, tuvo un accidente en la zona de la piscina cuando intentaba mejorar su marca. Aunque la bandera roja le aseguró la pole y Ferrari no encontró necesario cambiar la caja de cambios para la carrera, Charles no pudo ni siquiera formar en la grilla por tener daños en su SF21, lo que suma otro dramático capítulo del monegasco en su carrera local. Particularidades y golpes de la fortuna como estos en la última temporada han perjudicado a Leclerc casi cada vez que estaba cerca de obtener un buen resultado.
Estuvo cerca, sin embargo, de la victoria en Silverstone, donde heredó la punta luego del famoso accidente de Hamilton y Max Verstappen (Red Bull), pero el británico lo adelantó a poco del final y tuvo que conformarse con un 2° puesto. Tras la locura en Rusia, donde la lluvia del final relegó al piloto de Ferrari al 15° lugar luego de rodar 4°, vino una racha de 7 carreras consecutivas en los puntos, racha en la que Ferrari lograría adelantar a Mclaren en el campeonato de constructores por la labor de sus pilotos en pista.
Fue adelantado por Sainz al final de la temporada por un mínimo margen, pero ambos estuvieron al mismo nivel en el 2021. Leclerc no ha perdido su talento, y lo ha demostrado con su regularidad a lo largo de esta y anteriores ediciones del campeonato mundial. Algunos errores han calado hondo emocionalmente tanto en él mismo como en los tifosi, pero así es la apasionante vida de un piloto de Ferrari. En el 2022 tocará brillar o esperar, sobre una base que Leclerc ha construido a lo largo de su carrera.