El piloto de Red Bull manifestó su enfado con las decisiones tomadas por distintas federaciones deportivas de vetar la participación en sus competiciones a atletas de nacionalidad rusa.
Más allá de las sanciones económicas y políticas que pesan sobre Rusia, el mundo del deporte ha profundizado los castigos y restricciones sobre deportistas de dicha nacionalidad en virtud del violento y desigual conflicto bélico que mantiene con su vecina Ucrania. Si bien existen deportes como el tenis en el cual aún no se ha tomado ninguna determinación en contra de tenistas de esa procedencia, estas medidas se multiplican día a día, cerrando un cerco sobre los atletas que solo busca ejercer presión sobre la controvertida gestión del presidente Vladimir Putin.
La F1 no es ajena a este desafortunado diferendo entre naciones hermanas, pues, en los últimos tiempos varios pilotos rusos han pasado por las filas de distintos equipos, agregando nuevos aficionados y un interesante mercado para la máxima que ha incluido la realización periódica del Gran Premio ruso en la sureña ciudad de Sochi, carrera que fue definitivamente cancelada días atrás por razones oportunamente explicadas. Ante este escenario, el mexicano Sergio Pérez en declaraciones realizadas a Marca Claro, manifestó con pesar:
“Es difícil, es un tema muy sensible, pero creo que lo principal es que la mayoría de los rusos no está de acuerdo con lo que está pasando. Muchos deportistas, como todo el mundo, se han manifestado en contra de lo que está haciendo su líder, pero bueno, tristemente son las consecuencias”.
Días atrás, el piloto Daniil Kvyat, ex corredor de Toro Rosso y Red Bull, expresó que lamenta el sentimiento ‘anti ruso’ que domina el escenario mundial, algo que quizás ha acelerado en las últimas horas la desafectación definitiva del piloto Nikita Mazepin del equipo Haas, en virtud de la conocida amistad de su padre, a su vez patrocinador principal de la escuadra con sede en Carolina del Norte, con el presidente Putin, aunque no pocos especulan con que la desvinculación de Nikita tiene más que ver con la imposibilidad de Dmitri Mazepin de realizar las inversiones de dinero acordadas como auspiciante de la escudería estadounidense a causa de las devastadoras medidas económicas que pesan desde hace unos días sobre entidades bancarias rusas. Ante esto, Checo está en desacuerdo absoluto en lo que respecta a mezclar deporte con política:
“Hoy en día el deportista ruso lo está pagando de cierta manera. No estoy de acuerdo con ello porque creo que el deportista no tiene la culpa de lo que está haciendo su presidente. Son tiempos muy difíciles. Lo principal es que es muy triste lo que está pasando a estas alturas, en pleno Siglo XXI, es difícil de digerir”, concluyó.