Hill cree que Red Bull ejerció “fuerte presión” sobre las decisiones de la FIA

Hill cree que Red Bull ejerció “fuerte presión” sobre las decisiones de la FIA

El campeón de 1996 realizó explosivas declaraciones atribuyendo los vaivenes en las determinaciones de Michael Masi a las influencias que generan en el australiano las constantes protestas del equipo austríaco.

 

 

 

 

Han pasado varias horas de la consagración del neerlandés Max Verstappen como campeón mundial de F1, sin embargo todavía resuenan ecos de opiniones discordantes que toman partido a un lado u otro de los protagonistas, haciendo que la discusión por lo sucedido el último domingo se prolongue indefinidamente, todo dentro de una temporada que será difícil de olvidar por la inmensa cantidad de matices que ofreció, desde ganadores inesperados, fuertes autazos, sobrepasos al límite, polémicas interminables, controversiales sanciones, sugestivas absoluciones, pero por sobre todas las cosas, por la paridad exhibida a lo largo de todo el año 2021 entre Max Verstappen y el campeón saliente Lewis Hamilton.

 

Rueda a rueda en la última vuelta de la temporada, L. Hamilton y M. Verstappen / Foto Getty Images

 

 

Parece repetitivo recordarlo, pero el accidente de Nicholas Latifi con su Williams en la curva 14 del circuito de Yas Marina, puso nuevamente en evidencia las constantes contradicciones en las que se vio envuelto el director de carrera Michael Masi y su equipo de colaboradores durante todo el campeonato. Esta vez, el foco de conflicto fue modificar la decisión inicial de que los autos “doblados” no iban a adelantar al safety car, quedando en medio de un Hamilton, cuyo único recurso a esa altura de la carrera era su sospechado motor, y un Max Verstappen, impotente durante más de 50 vueltas, pero con ánimo renovado, ya que ahora contaba con neumáticos frescos frente a los del británico, que ya habían sido rodados por 43 giros.

El final es historia conocida, Verstappen adelantó a Hamilton en la curva 5 y aguantó las cuestionadas “virtudes” del motor Mercedes en los dos tramos rectos del trazado, consagrándose amo y señor de la máxima al cruzar la bandera a cuadros, desatando una celebración difícil de olvidar para todos los fanáticos de la F1.

 

 

Lewis Hamilton no dudó en felicitar a Max Verstappen por el título obtenido / Foto Getty Images

 

 

Luego de la competencia, muchas voces se expresaron sobre lo sucedido durante las últimas vueltas, Damon Hill, hijo del legendario Graham Hill opinó acerca de las decisiones tomadas por Masi: “Creo que estas son reglas nuevas“, disparó en declaraciones recogidas por el medio inglés Daily Express.

Por otra parte, el campeón de la temporada 1996, criticó la forma de gestionar las vicisitudes del gran premio por parte del australiano: “Creo que es un nuevo estilo de dirección de carreras. Creo que Mercedes ha luchado con las decisiones que se han tomado”, dejando en claro su postura de que el equipo alemán, a su entender, fue perjudicado y despojado a causa de malas interpretaciones reglamentarias.

 

 

Así la prensa británica, vivía el día D , luego del GP de AbuDhabi

 

Hill, atribuye la derrota de su compatriota Lewis Hamilton a que: “Red Bull jugó duro, pero persuadieron al director de carrera de que los autos deberían poder correr, ejerciendo fuerte presión y han prevalecido”, relacionando, según él, el desenlace final a fuertes presiones ejercidas por el equipo con base en Milton Keynes, sobre un permeable Michael Masi.

Para finalizar, es justo mencionar que parece observarse en casi toda la prensa británica, unanimidad en cuanto a sostener una teoría conspiracionista en contra del heptacampeón Lewis Hamilton, sin embargo, no se evidencia que haya demasiado análisis sobre las maniobras polémicas y controversiales realizadas por éste durante la temporada que acaba de concluir, tampoco se expresan ante las sospecha de utilización, de parte de Mercedes, de elementos construidos con materiales hiperflexibles en sus alas (Red Bull también fue sospechado en su momento) y, menos aún, de la legalidad del motor estrenado en Interlagos, una unidad de potencia que luego misteriosamente se desmontó y se guardó, generando suspicacias generalizadas en todo el ambiente de la F1, hasta su reaparición final en la última carrera del año.