Finalizada la suplencia de Vettel -que regresará en Australia después de su recuperación del Covid-, Hülkenberg regresa a sus tareas de tester. La mejora del alicaído Aston Martin es su prioridad por encima de cualquier deseo por volver a correr.
Nico Hülkenberg es uno de los pilotos que, desgraciadamente, están condenados al limbo pese al reconocimiento del paddock como un excelente piloto. Es difícil comprender que su talento quede reducido al de tester -actual posición en Aston Martin-, pero en la fórmula Uno es algo habitual en los últimos 30 años. Tampoco se entiende que su nombre suene con fuerza en el período de renovaciones en los equipos y quede en la nada. No es la primera ni será la última injusticia dentro del Gran Circo.
Sin embargo, estas dos últimas experiencias como sustituto de Sebastian Vettel -que se recuperó del Covid y regresará en Australia– dejó muy buenas impresiones pese a que el AMR22 es uno de los vehículos de bajo rendimiento hasta el momento.
Con su compatriota de regreso, Hülkenberg volverá a ocupar su puesto de piloto de pruebas para continuar, en las sombras, los trabajos de desarrollo del maltrecho Aston Martin. “Por supuesto, extraño las carreras”, dijo a la revista británica Autosport consultado sobre el alejamiento de las pistas. “Algunos días más, algunos días menos. Creo que eso es natural. Estoy interesado en las carreras, pero no desesperado”.
Siempre llamado a filas cuando un soldado cae, el alemán está presente para seguir demostrando su potencial. Ocurrió en 2020 cuando reemplazó a Sergio Pérez por Covid y Lance Stroll por una afección estomacal. Y volvió a suceder este año en Sakhir y Jeddah con Vettel. “¿Quién sabe qué más podría pasar este año?”, se pregunta tomando en cuenta que el virus sigue rondando y ya hubo dos casos entre los pilotos: Daniel Ricciardo -en la pretemporada de Bahrein- y Vettel -en las vísperas de la primera fecha-.
“Lo veo bastante complicado y difícil para el futuro conseguir un impulso. Pero si hay una oportunidad, llámame”, comenta buscando una sonrisa cómplice en sus interlocutores.
Ahora se encuentra abocado a la tarea de mejorar el auto. Aston Martín cedió mucho terreno en las primeras dos fechas. No tuvo una buena pretemporada y el comienzo del campeonato fue decepcionante para el equipo con base en Silverstone.
“Hay trabajo por hacer, necesitamos mejorar el auto en muchas áreas”. Y sostiene que “nunca es solo una cosa cuando te falta ritmo”.
“Es bueno desde el punto de vista que logré hacer dos carreras para el equipo, recopilar los datos y obtener la información para que puedan trabajar para el futuro”, afirma. A diferencia de los testers de otros equipos, Hülkenberg pudo sentir el auto en carrera, que difiere ampliamente de cualquier tipo de simulacro. Sus dos fechas en competición serán claves para para volcar las mejoras que necesita el AMR22.