Las alas que necesitaba para hacer el sueño realidad Sergio Pérez

Las alas que necesitaba para hacer el sueño realidad Sergio Pérez

La Hola mexicana ha llegado hasta la máxima categoría del automovilismo al emocionarse de ver las primeras imágenes de su visita a la fábrica de Red Bull Racing, a su vez, portar los colores de la escudería; Sergio Pérez, quien desde 2011 nos ha representado en la Fórmula 1, una categoría que solamente los bendecidos por Dios han podido llegar y hacerse de un glorioso legado.

 

 

 

 

 

Una euforia que no se había visto desde los pioneros del automovilismo mexicano que abrieron el camino a las futuras generaciones que se interesarían en el mundo de las cuatro ruedas. Dicha euforia llegó para quedarse y más porque Checo estará en una de las escuderías más importantes de los últimos años: Red Bull, pero ¿por qué causa tanta emoción su llegada a la escudería que te da alas? ¿A caso será que volará tan alto?.

 

No es la primera vez que Sergio pisa una escudería de renombre en el Gran Circo. En 2013, tuvo su “oportunidad de oro” con McLaren, escudería que comenzaba a tener problemas internos, por lo que confiaron en que su auto estuviera en manos del mexicano. Incluso, estaba el rumor fuerte de que podría fichar (en el futuro) con Mercedes.

 

La “verde” pensaba que iba a consolidarse como campeón y estar muchos años con McLaren para brincar a otra escudería puntera, pero la presión por dar resultados, los problemas internos dentro de la fábrica, los ojos de los medios británicos sobré él  para criticarlo, oscurecieron el verdadero talento que se vería años más adelante, por lo que esto le provocó su salida y casi le cuesta su asiento en la F1.

 

 

 

 

Sin embargo, había una mínima posibilidad de que el sueño continuara y eso fue gracias a Carlos Slim Domit, hijo del empresario Carlos Slim y director de Escudería Telmex,  quién ha estado desde los inicios de su carrera, para conseguir uno de los 22 asientos de la parrilla y que más adelante tuvo 7 temporadas sólidas que le costaron recuperarse y enderezar el camino hacia esa meta trazada por mucho tiempo.

 

A lo largo por su paso en Force India/ Racing Point y ahora Aston Martin,  se alzó de siete podios ─cinco terceros lugares, un segundo lugar y una victoria─. No todo era color de rosa, pues esta escudería tuvo problemas de dinero, por lo que el dueño tuvo que venderla antes de que lo embargaran.

Durante esta etapa, vimos el buen corazón que tiene el piloto jalisciense, pues ayudó a que no rodaran cabezas en la escudería y decidió donar parte de su salario para que los mecánicos e ingenieros pudieran continuar con su trabajo.

 

 

 

 

La sombra que creíamos muchos de los seguidores era cosa del pasado, nuevamente estuvo presente en el tan caótico 2020, con la diferencia de que esta vez sería en serio y que para volver a ver a un piloto mexicano siendo parte de la élite de la Fórmula 1, tendríamos que esperar (otra vez) 30 ó 50 años, incluso más…

 

En los momentos de crisis siempre sale la mejor versión de cualquier ser humano, tal es el caso de Checo, ya que en los últimos días de la temporada, logró aquél sueño que se había visto hace medio siglo, con un mensaje de siempre seguir nuestros sueños y nunca rendirnos, pues al final de esa oscuridad vendrá la luz y así sucedió.

 

“El año perdido” se convirtió en uno de los mejores en su carrera: es el cuarto mejor piloto de la parrilla, dejó a Racing Point en el cuarto sitio de Constructores y se fue por la puerta grande como sólo los pilotos con clase suelen hacerlo. México volvería a estar en el mapa de la Fórmula 1 tal y como sucedió hace algunos años con la “Alonsomanía”, pero con un toque único al puro estilo latino.

A su vez, logró que muchos voltearan a verlo y que la Fórmula 1 estuviera a la par del deporte más popular del mundo (incluso hablar de los resultados de aquella jornada de la Liga MX no eran importantes, ¡un día HISTÓRICO!).

 

 

 

Una minoría pensaba que el sueño de estar en Red Bull Racing solo le tocaba a los mejores, ¡un clásico de la idiosincrasia mexicana! Que cree que no eres merecedor de ser mejor y sin embargo logró eso imposible en realidad, los primeros frutos de aquellos años se hicieron presente.

 

En mi México lindo y querido (e incluso podría atreverme a decir que en toda Latinoamérica) hemos crecido con la ideología de esforzarse y trabajar duro por alcanzar aquello que queremos para el resto de nuestras vidas. Y si me preguntaran quién representa las palabras perseverancia y soñador es sin duda Checo.

 

Tanto para mí como muchos de los seguidores de Sergio, desde hace años, deseamos y soñamos que en más de una ocasión se escuche el “mexicanos al grito de guerra”, porque confiamos en su talento y las cosas extraordinarias que puede hacer con Red Bull Racing.

 

Estoy segura de que nos sorprenderá y veremos otra versión totalmente diferente y más juvenil de él y ¿por qué no? Hasta soñar con que sea Campeón de la Fórmula 1 (suena descabellado, pero no imposible), y por primera vez gritar a los cuatro vientos que México es campeón en la máxima categoría del automovilismo.

 

¡Vuela alto Checo, felices 31!