El piloto de Williams explicó lo ocurrido en el circuito de Qatar donde, al igual que su compañero de equipo, sufrió un inoportuno pinchazo muy cerca del final.

 

 

 

Nicholas Latifi se mostró sorprendido por lo acontecido en el circuito de Losail. Con la clara intención de remontar posiciones frente a sus rivales de Alfa Romeo, el canadiense apostó por una estrategia de una sola parada, arriesgando más de la cuenta frente a la alta degradación que opone el abrasivo circuito qatarí.

Más allá de esto, la apuesta parecía dar frutos en favor de un Latifi que, si bien no estaba para puntuar, lograba mantener detrás a ambos alfas. Ante esto, luego de la carrera explicó: “Fue sorprendente, pero creo que no teníamos nada que perder yendo a una parada. El resultado obviamente fue malo, pero hicimos nuestra parte corriendo contra los Alfa, así que no podíamos esperar mucho más”

 

 

 

 

 

Sin embargo, a pocas vueltas del final el neumático delantero izquierdo dijo basta, algo que, según sus dichos, lo tomó por sorpresa: “Pensé: `No me siento limitado por la rueda delantera izquierda, me siento más limitado por las traseras que por las delanteras´” “Realmente no me lo esperaba, todo estaba bajo control”, se lamentó.

 

Latifi, decimoséptimo en el mundial de pilotos con 7 puntos, producto de un séptimo puesto en Hungría y un noveno puesto en la fallida carrera de Spa, luego añadió: “Normalmente sientes una vibración gigante que va yendo a peor, sientes como que la rueda y el coche van a explotar. Esta vez todo pareció ir bien”, una sensación que también graficó de la misma manera el finlandés Valtteri Bottas, quien tampoco sintió los avisos previos habituales que, según los pilotos, suelen percibir en carrera antes que el neumático colapse.

 

 

 

 

 

Cabe mencionar que la casa italiana Pirelli, quien provee los neumáticos oficiales a la categoría, abrirá una investigación interna a causa de la coincidencia en las declaraciones de los pilotos que tuvieron problemas con las gomas ya que ninguno de ellos tuvo las clásicas advertencias, como vibraciones o falta de adherencia, antes de que sus neumáticos se dañen por completo.