Los curiosa historia de los números en la F1

Los curiosa historia de los números en la F1

A lo largo de los 72 años que tiene la categoría muchas cosas han cambiado desde 1950 hasta hoy. Entre ellas la numeración de los monoplazas y el  criterio para asignar los números.

 

Hoy, como bien sabemos, los números son la identificación personal de los pilotos. Al menos eso ocurre desde 2014, pero no siempre fue así. Vayamos entonces a los inicios. Desde 1950 hasta 1973, año en el que se produce el primer gran cambio de paradigmas, la asignación de los números corría por cuenta exclusiva de la organización del evento. Era definida por el azar. En algunas ocasiones el criterio podía ser por orden de llegada a la inscripción: los primeros equipos o participantes al momento de inscribirse a la carrera recibían los números más bajos.

 

Es en este contexto, a lo largo de la primer década de la Fórmula Uno, se han visto numeraciones muy extrañas. Además, casi nunca un piloto repetía el número al siguiente Gran Premio. Un ejemplo es el GP de Alemania de 1952, oportunidad en que la organización decidió que los participantes usasen números mayores al 100.

 

Silverstone 1950. Por cuestión del azar a Fangio le tocó lucir el 1 en el primer GP de la historia. ¿Premonición? (Archivo / Motorsport Images)
Silverstone 1950. Por cuestión del azar a Fangio le tocó lucir el 1 en el primer GP de la historia. ¿Premonición? (Archivo / Motorsport Images)

Tampoco se asociaba el 1 al campeón vigente. En muy pocas oportunidades se dio que el que el monarca reinante lo utilizara salvo algunas ocasiones como ocurrió en Nürburgring ‘53 -oportunidad en que lo luciera Alberto Ascari-. Como dato curioso, y siempre hablando del número 1, podemos mencionar que el primero en utilizarlo fue Juan Manuel Fangio en el GP inaugural en Silverstone 1950. Y el azar, como no podía ser de otra manera, estaba anunciando el futuro: En  el primer año de existencia, la primera carrera de la historia el 1 fue utilizado por el 1.

 

En los años 60 se empezó a ver con más asiduidad el número 1 en los dorsales de los campeones pero sin llegar a ser norma. En cambio, para lo que sí se llevaba cierto orden era para la distribución entre los equipos -a estos se les asignaba números corridos de manea aleatoria entre unos y otros-.

 

Nürburgring 1952. Una de las pocas veces que se utilizaron números de tres cifras; la Ferrari de Ascari con el 101. (Archivo / Motorsport Images)
Nürburgring 1952. Una de las pocas veces que se utilizaron números de tres cifras; la Ferrari de Ascari con el 101. (Archivo / Motorsport Images)

En 1974 se produjo la primer revolución en materia de numeración y distribución de los mismos. A partir de esta temporada se le asigna a cada escudería, y de manera ascendente, números consecutivos. Se tomó como referencia la ubicación de los mismos la posición de la temporada anterior en constructores. La escudería campeona comenzaba esta nueva era luciendo los números 1 y 2. El 3 y 4 para la subcampeona -por ese motivo y el retiro de Jackie Stewart, campeón en 1973- es que Lotus comienza esta nueva era luciendo el 1 para Ronnie Peterson y su compañero Jacky Ickx el 2; mientras que el 3 y 4 quedaron para Tyrrell. Hubo que esperar hasta 1975 para que el campeón pudiera tener el 1, de forma regulada, cuando  Emerson Fittipaldi lo pintó en su McLaren M23.

 

Hasta el año 1996 las escuderías conservaron una numeración fija y de corrido, produciéndose solo el cambio del 1 y el 2 que lucirían el nuevo campeón y su compañero; en tanto la escudería que cedía el titulo pasaba a utilizar la numeración que dejaba el anterior equipo. ¿Qué pasaba si un campeón cambiada de equipo luego de obtener el titulo? Pues, al año siguiente, este se llevada consigo el 1 a su nueva escudería y el 2 para el compañero. Un ejemplo se dio en 1987 cuando Nelson Piquet lograra el título con Williams y en la siguiente temporada se lo llevó a Lotus. Los de Frank se quedaron con el 5 y 6 y el 11 y 12 pasaron a McLaren que había perdido el titulo en aquella temporada (curiosamente, Ayrton Senna, usó el 12 que le hubiera correspondido de haber continuado en Lotus).

 

Argentina 1975. Emerson Fittipaldi estrenó la nueva regla sobre la numeración: el campeón vigente llevará el 1. (Archivo / Motorsport Images)
Argentina 1975. Emerson Fittipaldi estrenó la nueva regla sobre la numeración: el campeón vigente lleva el 1. (Archivo / Motorsport Images)

En cuanto a las nuevas escuderías que pudieran ingresar adoptarían la numeración más baja disponible, tal el caso de Williams que ingresa o reingresa en 1978 con el número 27 para Alan Jones (a continuación del 25 y 26 de Ligier). Al principio en soledad hasta la incorporación, al año siguiente, del segundo monoplaza con el 28 para Clay Regazzoni.  Este sistema preveía dos manera de dejar numeraciones vacantes, una en cuanto a los equipos, cuando alguno por algún motivo desaparecía, dejaba libre su par de números los cuales podían ser tomados por un nuevo equipo. La otra era referida al piloto y se trataba del número 1. ¿Qué pasaba si el campeón consagrado se retiraba luego de obtener el título? Literalmente se lo llevaba con el retiro (al menos por una temporada). La escudería permanecía con la numeración más baja pero reemplazando el 1 por el 0 formándose el binomio 0-2; algo que sucedió en dos oportunidades en Williams. En 1993 y 1994 la escudería británica lo usó tras el retiro de sus campeones Nigel Mansell y Alain Prost. El 0 lo utilizaría en ambas oportunidades Damon Hill.

 

Entre 1974 y 1996 queda claro que los números, salvo el 1, son propiedad de los equipos y solo hay rotación cuando un nuevo campeón. A partir del 1996 se produce la segunda revolución y aquí toma principal relevancia la copa de constructores. La numeración continúa asignándose en pares consecutivos pero según el orden de la tabla del año anterior. Michael Schumacher, campeón con Benetton en 1994 y 1995, emigra a Ferrari en la temporada 96 llevándose a Maranello el 1 y el 2. La escudería de Flavio Briatore, ya sin su campeón, adopta el 3 y 4 mientras que el resto de los equipos obtienen la numeración de acuerdo a la tabla de constructores de 1995. Algo similar ocurrió en 1997 cuando Damon Hill se marcha de Williams a Arrows y, por primera y única vez, esta escuadra pintó el número 1 que jamás imaginó que luciría.  Con este nuevo sistema los equipos podían cambiar de numeración año a año y ya no habría una identificación de equipo.

 

1988. Piquet se llevó el 1 a Lotus y Williams -el equipo con el que se consagrara la temporada anterior- se quedó con el 5 y 6; McLaren recibió los números 11 y 12 que le hubiera correspondido a Lotus. (Archivo / Motorsport Images)
1988. Piquet se llevó el 1 a Lotus y Williams -el equipo con el que se consagrara la temporada anterior- se quedó con el 5 y 6; McLaren recibió los números 11 y 12 que le hubiera correspondido a Lotus. (Archivo / Motorsport Images)

 

Finalmente llegamos a 2014 y aquí se produce la ultima revolución. Esta no solo tiene que ver con la numeración sino también con la motorización. Fue el inicio de la Era Híbrida y vino acompañado con un nuevo esquema de numeración: pasan a ser propiedad exclusiva de los pilotos llevándoselos consigo durante toda su carrera, incluso cambiando de equipo. Los corredores eligen, según parámetros establecidos, del 2 al 99.

 

Para la implementación en el primer año, cada piloto eligió tres opciones posibles y la categoría los asignó dando prioridad de elección a los mejores posicionados durante el 2013. Las únicas restricciones son el 1 que es opcional para el campeón en la siguiente temporada a su consagración (como lo hace actualmente Max Verstappen) y el Nro 17 que fue retirado tras la muerte de Jules Bianchi en el 2014.

 

Williams. Damon Hill, en 1993 y 1994, fue el único que piloto que llevó el número 0 en la historia de la Fórmula Uno; suplantaba al 1 que no fue utilizado por los retiros de Mansell y Prost.
Williams. Damon Hill, en 1993 y 1994, fue el único que piloto que llevó el número 0 en la historia de la Fórmula Uno; suplantaba al 1 que no fue utilizado por los retiros de Mansell y Prost. (Archivo / Ercole Colombo, 1993)

 

En cada una de las distintas etapas encontramos curiosidades que tiene que ver con el azar, la legalidad y las supersticiones. En dos oportunidades consecutivas, cuando la numeración por equipos la determinaba la tabla de constructores, un piloto obtuvo el campeonato utilizando el equipo el par de números más alto de la parrilla. En 2008 Lewis Hamilton se consagró campeón luciendo el 22 en su McLaren (la escudería fue sancionada con la quita total de puntos de la temporada 2007 por el espionaje a Ferrari). La otra fue un año después cuando Jenson Button logró el título en 2009 con el novato equipo Brawn GP (ex BAR).

 

Maldonado. El venezolano fue uno de los pocos que dejó de lado las supersticiones y optó por el 13. (Archivo / Rainer Schlegelmilch, 2015)
Maldonado. El venezolano fue uno de los pocos que dejó de lado las supersticiones y optó por el 13 cuando se introdujo el sistema de elección de números. (Archivo / Rainer Schlegelmilch, 2015)

 

No podíamos dejar de mencionar al esquivado número 13. En los 72 años de la categoría muy pocos pilotos se atrevieron a usarlo. En 1963 el mexicano Moisés Solana lo llevó en el Gran Premio de su país en un BRM alquilado, pero su motor dijo basta a ocho giros del final.  Anteriormente hubo otros audaces que lo intentaron pero ni siquiera pudieron superar una clasificación. Durante el período 1974 a 1996, cuando se asignaban los pares, ningún equipo lo utilizó; luego, cuando el orden era según la tabla de constructores, los equipos pasaron del 11-12 al 14-15. En la actualidad los pilotos eligen su propio número y solo uno desafío las supersticiones: Pastor Maldonado. El venezolano lo utilizó en las temporadas 2014 y 2015 con 16 abandonos en 38 carreras.