El W13, que había recuperado confiabilidad en sectores rápidos, tanto en Miami como Barcelona, volvió a la inestabilidad en las variantes trabadas de Mónaco. Hamilton y Russell ruegan que la lluvia diga presente y juegue a su favor.

 

En menos de una semana Mercedes tuvo un baño de realidad. El coche, que había mostrado en España un importante avance de confiabilidad, volvió a su inestabilidad anterior a Miami. La respuesta es simple, el W13 recuperó la fuerza que nos tenía acostumbrado las Flechas de Plata en curvas y rectas de alta velocidad; pero, en circuitos trabados como Mónaco, vuelve a ser incontrolable.

 

Eso se pudo apreciar a lo largo del sábado -PL3 y clasificación-. Tanto Lewis Hamilton como George Russell -principalmente el siete veces campeón- sufrieron para dominar el auto.

 

 

“El coche se siente bastante mal y tenemos que correr grandes riesgos para acercarnos a los tiempos de los coches de delante”, comentó Hamilton tras la Qualy. Sin embargo, rescató algunos aspectos: “Mejoramos el auto de ayer y nos acercamos un poco más, pero incluso con una vuelta perfecta, creo que todavía estaríamos seis décimas por debajo, lo cual es una buena parte. Ahora tenemos que ver qué clima hace mañana e intentar progresar un poco en el campo”.

 

Russell comparte la misma impresión. “El equipo ha trabajado increíblemente duro para darnos lo máximo. Es posible una configuración compatible, pero vimos en Barcelona que nuestros puntos fuertes eran la velocidad en las rectas y en las curvas de alta velocidad, ¡y en Mónaco no hay ninguna de las dos!”, se lamenta.

 

 

A pesar de la adversidad, tanto los pilotos como el resto del equipo, quedaron conformes con haber alcanzado el Top Diez. Sexto Russell y octavo Hamilton, posiciones meritorias teniendo en cuenta las dificultades que están afrontando en Monte Carlo.

 

Los chicos de Brackley no pierden la Fe de poder alcanzar algo más que conformarse con sumar puntos. Desean que un factor externo los ayude para dar un golpe de escena. Al menos eso deslizaron los pilotos. Y para que no queden dudas, Russell fue más explícito que su compañero: “Estoy pensando: ¡que llueva! Dado que en la estrategia sí podemos”.