Mick Schumacher: El largo y sinuoso camino

Mick Schumacher: El largo y sinuoso camino

El piloto alemán tuvo una temporada tanto buena como accidentada. Pese al entusiasmo de aquellos que no ven la hora de que compita en Ferrari, el hijo del heptacampeón completa su aprendizaje paso por paso.

 

 

En una era de jóvenes talentos, de carreras que se catapultan a la cima del automovilismo en pocos años, la madurez es un requisito que se busca obtener pronto, y muchas veces, por la fuerza. Fue esa la tónica de, por ejemplo, la carrera de Max Verstappen en F1, y lo fue en el caso de su rival Lewis Hamilton, del monegasco Charles Leclerc, y demás.

En medio de la tormenta desatada por el duelo de Max y Lewis, en la temporada 2021 había un debutante que haría las cosas con calma y precisión. Mick Schumacher, de Haas, compartía asiento con Nikita Mazepin, luego de que el equipo americano prescindiera de los servicios de Romain Grosjean Kevin Magnussen a fines del 2020.

 

En Hungría, Mick entró por primera vez a la Q2 por rendimiento propio, luego de hacerlo en Francia tras causar una bandera amarilla. Aquí, batalla con George Russell. Foto: LAT Images

 

El hijo de Michael Schumacher fue el mejor de los dos, tanto en resultados como en desempeño en la pista. El ruso venció a Mick por primera vez en Mónaco, y sólo lo volvería a hacer en Gran Bretaña y Brasil, sin contar las carreras donde alguno hubiera abandonado. No faltaron los incidentes entre ambos pilotos; prácticamente sólo tenían la chance de correr entre ellos, ya que el rendimiento del VF-21 fue muy pobre y tanto los Williams como los Alfa Romeo se escapaban con regularidad de las fauces del equipo americano. Hubo roces como los de Zandvoort que fueron realmente peligrosos, pero nunca realmente hubo un quiebre en las relaciones entre Schumacher y Mazepin.

El alemán le sacó numerosos segundos a su compañero en más de una ocasión, sin embargo protagonizó accidentes de forma más frecuente que el ruso. Habiendo salido campeón de la F2 en 2020, Schumacher mostró solidez dentro de lo que cabe para una temporada de debut en F1, con la ayuda de su ingeniero, que pudimos apreciar como, en la radio, tenía un excelente trato con su piloto. De este modo Mick fue hilando un buen inicio, con la calma que esto requiere, aunque no destacó un momento en el que mostrara un talento único, como sí lo hicieron en su debut Verstappen, Schumacher , Alonso, Hamilton, y otros grandes campeones. Su perfil bajo quizás sea una forzada característica por el apellido que lleva, que podría cambiar una vez que su rendimiento cobre más notoriedad.

 

En Imola, el alemán perdió el alerón delantero en el inicio bajo la lluvia, bajo coche de seguridad. Foto: LAT Images

 

Mick es una promesa que deberá demostrar, si el coche le da las herramientas en 2022, que realmente puede ser más que uno de tantos pilotos alemanes que pasaron en la F1. Por lo menos eso es lo que esperan miles de fanáticos alemanes, que recuerdan con nostalgia los años de gloria de su padre y, en menor medida, de su tío Ralf. Por ahora, Schumacher abrió la cancha con prudencia y calma, cualidades que lleva en la sangre.