El británico, que dominó de punta a punta, levantó en la última curva para que gane el australiano. Fue en agradecimiento por la victoria que cedió en Brasil cuando peleaba por el título. Russell completó el podio.
En un gesto poco habitual en la Fórmula Uno, Lando Norris (McLaren) cedió voluntariamente el triunfo en la Sprint a su compañero Oscar Piastri. Al ingresar en la última curva, el británico levantó para que el australiano se alzara con la victoria en el circuito de Lusail.
No tardó mucho en develarse el motivo. Norris, que dominó la mini carrera de punta a punta, quiso agradecerle a Piastri por la victoria que resignó en la Sprint de Brasil. Aquella ocasión, el australiano tuvo que cambiar posiciones con Norris porque todavía luchaba el campeonato con Max Verstappen.
Con el 1-2 asegurado, más allá del acoso de George Russell (Mercedes) sobre Piastri, el box ordenó a Norris mantener posiciones. El británico hizo caso omiso y cerca de la línea de meta le abrió paso a su compañero.
Fue un doblete de Woking que se construyó con los nervios de acero del australiano. Norris largó muy bien sin cometer errores, mientras que Piastri –en tercera posción– le ganaba el exterior a un Russell que buscó el interno de Norris. Con los papaya al frente de la carrera, todo se reducía a la gestión de neumáticos en las 19 vueltas que duraría la prueba.
Pero Russell no se rindió. El Mercedes ratificó el buen ritmo que destapó sorpresivamente en la calsificación del viernes. Fue la sombra de Piastri que se vio forzado a cambiar las trazadas para evitar el sorpasso –incluso jugando al límite de la legalidad–.
Norris, inteligentemente, socorrió a su coequiper. En vez de escaparse en soledad –tenía ritmo y aire limpio para hacerlo– le dio DRS para engancharo y neutralizar los ataques de Russell. Sin embargo, hubo momentos que se desacoplaron, abriendo una oportunidad para el de Mercedes. Piastri se defendió frenando tarde en la primera curva para cerrar el interno y evitar que se colara Russell. Esta estrategia, que tuvo dos instancias polémicas por un supuesto cambio de línea de parte del australiano, le aseguraba a McLaren 15 puntos para el campeonato de constructores.
El 1-2 era una mala noticia para Ferrari. El equipo de Maranello comenzó con dificultades cuando Charles Leclerc –en quinta posición– perdía la salida con Lewis Hamilton. Además, el siete veces campeón, se convirtió en una seria amenaza para Carlos Sainz que estaba cuarto.
El español pudo despegarse del británico y logró mantenerse a un segundo de Russell; pero no tenía la potencia suficiente para arrebatarle la tercera posición. En cambio, Leclerc, a mitad de la Sprint, pudo recuperar la quinta posición. La batalla con Hamilton incluyó dos roces –sin consecuencias– donde la Ferrari ganó el interior después de la curva 1.
El cuarto puesto de Sainz y el quinto de Leclerc fue una derrota para Maranello. McLaren, que tenía 24 puntos de ventaja antes de la Sprint, se llevó el máximo que podía cosechar. Ahora la brecha se extiende a 30 unidades.
