Stefan Bellof, el paso fugaz por capricho del destino

Stefan Bellof, el paso fugaz por capricho del destino

Un accidente en Eau Rouge, durante una carrera por el campeonato de resistencia, se devoró la vida de una promesa que estaba destinado a ser protagonista en la Fórmula Uno. Un abrupto final cuando estaba todo por escribirse.

 

El 1ro de septiembre se cumplieron 37 años de la muerte de Stefan Bellof. El piloto alemán vio interrumpida su vida, a la edad de 27 años, por una trágico accidente que protagonizara junto a Jacky Ickx en los 1000 km de Spa-Francorchamps cuando sus Porsche 956 se tocaran en la mítica Eau Rouge y terminaron en llamas. El veterano piloto belga salió ileso de la colisión y se bajó para socorrerlo, pero nada podía hacer junto a los comisarios; la señora de negro había hecho su trabajo.

 

Monaco '84. A la caza de René Arnoux, el francés heredaría el tercer lugar por la descalificación por el peso del Tyrrell del alemán.
Monaco ’84. A la caza de René Arnoux, el francés heredaría el tercer lugar por la descalificación del alemán por el peso del Tyrrell. (Archivo / Motorsport Images)

 

Stefan, hasta ese momento, era una enorme promesa y tenia futuro de campeón mundial. De hecho lo fue en 1980 en la formula Ford 1600 alemana y en mundial de resistencia en 1984. Alternaba ese año con la F1, había conseguido butaca en Tyrrell teniendo actuaciones memorables como la de Mónaco bajo la lluvia. En esa ocasión venia recortando distancias desde la tercera colocación al protagonista de aquella tarde lluviosa en el principado: Ayrton Senna. Largó desde el vigésimo pero fue descalificado por cuestiones reglamentarias -el Tyrrell excedía el peso mínimo y el resto del año siempre fue excluido por esa falta-.

 

Bellof, en su breve estadía en la Máxima Categoría, nunca tuvo la chance de demostrar su talento. Tyrrell, escudería en la cual se desempeño desde 1984 hasta su trágico final al año siguiente, seguía utilizando motores Cosworth atmosféricos; los impulsores tenían 150 caballos menos de potencia con respecto a sus rivales, y eso conspiraba contra cualquier posibilidad de luchar por puesto de punta. A pesar de esa diferencia, el alemán, consiguió los únicos cuatro puntos en la temporada 1985 para la escuadra del Leñador -antes de pasar a los motores turbo de Renault-.

 

Senna observa a Bellof sobre una de las elevaciones de Estoril. (Archivo / Motorsport Images)
1985. Senna observa a Bellof sobre una de las elevaciones de Estoril. (Archivo / Motorsport Images)

 

Claramente a Stefan el destino le negó la posibilidad de demostrar todo su talento en la Fórmula Uno, de medirse mano a mano con otras figuras emergentes -como el caso puntual de Ayrton Senna-. Tampoco le dio la oportunidad de probarse el buzo rojo de Ferrari que don Enzo le tenía reservado para 1986. Y, lo que es más importante, también le negó la chance de probarse la corona de campeón que, mas tarde o más temprano, la categoría le tenia reservada con absoluta seguridad. Aunque nada de eso sucedió el carismático, veloz y agresivo piloto dejó su huella y su marca en el deporte motor. ¿Cómo? Durante 35 años conservó el record de vuelta en el circuito de Nurburgring que logró en las tandas de clasificación para los 1000 km de 1983. Con un tiempo de 6:11.13s, a bordo de un Porsche 965 C,  su nombre grabado en una de las curvas del circuito, a partir de 2013, como homenaje. También su recuerdo continúa grabado en la mente y corazón de todos los aficionados al deporte motor. Desde entonces y para siempre.