La clasificación Sprint continúa generando polémicas dentro de los equipos. Algunos pretenden que la garantía económica se transforme en un plus en el presupuesto que obligaría elevar el tope de 2022. ¿El formato corre peligro de cancelación?

 

Es un tema que no termina de llevar calma a la Fórmula Uno. Desde su primer anuncio, a fines de 2020, las carreras Sprint (formalmente denominadas Sprint Qualifying) solo originaron varios frentes de conflictos sin visos de solución. El año 2022 comenzó con un fuerte debate interno entre las escuderías que podría salirse de cause si Liberty Media y la FIA no intervienen para calmar las aguas: la financiación.

 

En un principio los equipos tienen garantizado una suma extra de dinero como garantía en la clasificación sprint (principalmente si los vehículos sufren daños en caso de accidente). Esta especie de seguro se terminó moldeando en los primeros meses del año pasado antes de la primera experiencia en Silverstone. La propuesta de la FIA calmó los ánimos de los jefes y fue el semáforo verde para que la gerencia pudiera continuar con su plan de aplicar el formato en algunas fechas de la temporada.

 

Algunas escuadras no quedaron conformes con esta garantía y ahora buscan que se transforme en un apartado más dentro del presupuesto. En pocas palabras, definir un monto y volcarlo a las planillas como un gasto más en el ejercicio anual. Esto obligaría a modificar el tope presupuestario de 140 millones de dólares fijados para este año.

 

La propuesta, que estaría impulsada por Mercedes y Red Bull, estipula que se apruebe un ingreso extra de cinco millones de dólares. Por lo tanto solicitarían que se eleve el tope a 145 millones (el mismo límite del año pasado). La polémica, por el momento en voz baja, divide a los jefes y podría pulverizar las carreras Sprint. Algo que no lamentaría el público que siempre rechazó la iniciativa de la gerencia.

 

Guenther Steiner, director deportivo de Haas, fue directo y no ocultó su posición. Consultado por el portal Racer.com sostuvo que “cada uno tiene sus propios intereses”. “No estoy enojado, pero no queremos lagunas que lleven a un aumento en el tope presupuestario, incumpliendo el camino”, aseguró.

 

Ante la posibilidad que pueda cancelarse el formato, el directivo sostuvo que se habló en su momento con el CEO de Liberty. “No recuerdo cuándo fue la última vez que hablamos de eso con (Stefano) Domenicali, creo que estuvimos en Arabia Saudita. Desde entonces nada. Dimos nuestra opinión al respecto, como se nos pidió que hiciéramos, pero no hubo más noticias”.

 

“Al final todo tiene que tener un sentido comercial y un sentido deportivo. Habrá una propuesta, pero si la FOM dice que algunos equipos están en contra de los presupuestos preestablecidos, entonces votarán en contra”. Sin embargo, Steiner, lanzó lo que podría ser una premonición: “No tengo nada en contra de las carreras de velocidad, pero si no se realizan no creo que sea un drama“.