El neerlandés aseguró que el coche tuvo el ritmo adecuado pero no es el más rápido de la parrilla. “No ha sido nada especial”, comentó sobre la vuelta que le quitó a Hamilton.

 

“Necesitábamos con urgencia un buen resultado y lo logramos aquí”. Max Verstappen se desahogó del mal trance de Melbourne. Imola, uno de los escenarios dónde Ferrari escribió parte de su historia, fue el lugar que Red Bull aprovechó para golpear en el orgullo de Maranello.

 

Al 1-2 de Milton Kaynes se suman los 34 puntos que obtuvo el neerlandés por ganar la carrera, el sprint y hacer el record de vuelta -la máxima puntuación que podía lograr un piloto este fin de semana-. Además, la cosecha, lo catapultó al segundo lugar a solo quince unidades de Charles Leclerc.  

 

“Cuando logras un resultado como ese, en las condiciones más difíciles, es increíble. Creo que mostramos una carrera perfecta, sin errores, hicimos todo bien estratégicamente, incluido el momento de los cambios de neumáticos”, comentó el actual campeón.

 

 

Sobre el rendimiento del RB18 comentó que estuvo bien: “el ritmo era el adecuado, eso ya lo habíamos visto en el sprint”.  “¿Tenemos el coche más rápido? -se pregunta Verstappen-. Bueno, si miro lo que pasó en Australia tendría que decir: ‘No, supongo que no’. Creo que se ve diferente en cada pista. Cada Gran Premio se trata de las pequeñas cosas“.

 

Consultado sobre el despiste de Leclerc -que le costó el podio- comentó que “un error como ese ocurre en un santiamén”. “Es doloroso para él, pero no creo que tenga que explicárselo. El campeonato es largo y puedes compensar eso”.

 

El momento más curioso de la carrera se produjo en la vuelta 40 cuando le quitó, en la recta principal, un giro a Lewis Hamilton. Inevitable la pregunta de la prensa, Verstappen, le restó importancia: “No ha sido nada especial, no estoy más contento porque pude quitarle una vuelta a Lewis”.