El flamante campeón destacó la tarea de su compañero que marcó una bisagra en el desarrollo de la carrera. Confesó que en la última vuelta ya no tenía fuerzas en las piernas a raíz de un calambre.
¿Qué pasará por la cabeza de un campeón luego de conquistar la corona? ¿Qué pasó por la mente de Max Verstappen minutos después de haber batallado con Lewis Hamilton, los últimos 5,281 metros de la temporada, para ingresar en la selecta lista de pilotos, que ahora tendrá 34 nombres, que alguna vez conquistaron la F1? El Gran Premio de Abu Dhabi 2021 será recordado como la batalla táctica más dramática que haya vivido la categoría en sus 71 años de existencia. Una partida de ajedrez dónde un mal movimiento de piezas terminó con el Jaque Mate de Red Bull al tándem Hamilton – Mercedes.
“Todo se está volviendo un poco loco en este momento y, para ser honesto, lo que hemos logrado aquí esta noche aún no se ha infiltrado realmente”, declaraba emocionado Verstappen. El neerlandés tuvo lo que le faltó al múltiple campeón a lo largo de la temporada: juego de equipo. Milton Kaynes pudo contar con Sergio Pérez en los momentos críticos de este año; en cambio, Brackley, jamás pudo disponer de Valtteri Bottas. Ni siquiera como tapón de Verstappen (algo que si pudo hacer Pérez con Hamilton en un puñado de carreras).
“Sergio Pérez hizo un trabajo fabuloso al hacerle la vida un poco difícil a Lewis. Así que la ventaja de Lewis se redujo, pero cuando Hamilton lo pasó, pudo alejarse nuevamente”, comentó el flamante campeón. En medio de la adrenalina del juego de equipo, Max tuvo palabras elogiosas para su compañero. “Eres una leyenda”, soltó por radio mientras veía el arrojo del mexicano defendiendo la primera posición ante el ataque de Hamilton. Aún en el momento de mayor tensión, quería que el mundo supiera lo agradecido que estaba con Checo.
Luego vendría el accidente de Nicholas Latiffi y el Safety Car que terminó escribiendo el capitulo final del campeonato: “Todo se volvió loco después del accidente. Mi equipo inmediatamente me llamó a boxes para colocar neumáticos blandos, de todos modos no teníamos nada que perder”.
Y como si la definición no hubiera tenido suficientes emociones, Max reveló algunas incomodidades que vivió en el habitáculo en el último giro. “Tuve un calambre en la pierna durante la última vuelta. Estaba justo detrás de Lewis y sabía que esta era mi oportunidad, pero apenas tenía fuerzas para pisar el acelerador. Estaba feliz de ver la curva 5 porque sabía que mi pierna podría recuperarse allí durante tres segundos. Pero luego dos rectas largas, así que otra vez dolor, tuve que morderme los dientes”. Ni el más brillante de los guionistas de Hollywood hubiera imaginado un final como el que se vivió en Yas Marina.