El jefe de Mercedes dio su apoyo a la unión de estas empresas con los equipos de F1 desestimando las desventajas que muchos pregonan sobre esta actividad.
El negocio de las criptomonedas ha desembarcado definitivamente dentro del mundo de la F1 impulsado por el exponencial crecimiento experimentado por esta actividad que va de la mano del constante avance de la tecnología llegando a ser parte de la plantilla de anunciantes de ocho de los diez equipos que en la actualidad integran la parrilla del gran circo.
Para comprender un poco más de qué hablamos cuando hacemos referencia al término ‘criptomoneda’ debemos tener en cuenta que, según la definición que figura en la página web del Banco Santander, ‘se trata de un activo digital que emplea un cifrado criptográfico para garantizar su titularidad y asegurar la integridad de las transacciones, y controlar la creación de unidades adicionales, es decir, evitar que alguien pueda hacer copias como haríamos, por ejemplo, con una foto. Estas monedas no existen de forma física, se almacenan en una cartera digital y, además, no están reguladas ni controladas por ninguna institución y no requieren de intermediarios en las transacciones, para ello se usa una base de datos descentralizada’.
Entre las desventajas de la utilización de este tipo de divisas electrónicas podemos citar piratería, la creciente vinculación con negocios fraudulentos como el lavado de activos y, un aspecto no menor para el horizonte que se ha fijado la F1 en el mediano plazo, el excesivo y probado consumo de energía eléctrica que involucran las operaciones de este tipo.
Toto Wolff, director del equipo Mercedes, opinó al respecto reconociendo este inconveniente que se opone a los objetivos ecológicos trazados oportunamente por la FIA, sin embargo sostiene que la electricidad necesaria para estos procesos algorítmicos puede obtenerse a partir de la utilización de recursos renovables y no de los tradicionales que son los que actualmente predominan la matriz energética de todos los países:
“El argumento de la sostenibilidad es extremadamente importante, pero no se trata sólo de la energía eléctrica que las operaciones consumen, sino también de dónde viene la energía. Pero no hay que cerrarse a la tecnología moderna. Sin duda es un área que crecerá. Creo que cuando volvamos la vista atrás dentro de 10 años, habiendo hecho pagos que ahora tardan dos días y que no se pueden hacer fuera del horario semanal, es algo que va a ser una reliquia del pasado, y aquí es donde ha entrado la criptomoneda”.
Para tener real magnitud de la irrupción de las criptomonedas en la F1, y en relación con lo citado más arriba, podemos destacar el oneroso contrato que ha firmado Red Bull con Bybit que, según fuentes cercanas a la escudería austriaca roza los 140 millones de euros. En virtud de estos datos, Wolff piensa que la reciente aparición de estos nuevos patrocinadores debe ser aprovechada como una oportunidad para ambas partes:
“Son su propia industria. Por eso se han convertido en un actor importante en el mundo financiero y, obviamente, buscan exposición a través de la F1. Todos nos beneficiamos de ella, pero también aprendemos de ella. Para mí fue fascinante entender los criptointercambios. ‘FDX’ es una empresa que maneja miles de millones de transacciones cada día, así que es algo que no puedes parar y tienes que hacerlo bien. Sin duda, somos un buen ‘sparring’ para ellos en términos de objetivos de sostenibilidad”, cerró.