El director de Mercedes volvió a referirse a los motivos que derivaron la salida de Michael Masi acusando a Red Bull de influenciar sus decisiones además de relativizar el título obtenido por el neerlandés.
Toto Wolff no deja pasar oportunidad para recordar y reafirmar que lo acontecido en el Gran Premio de Abu Dhabi fue una conspiración deportiva en contra de su piloto estrella Lewis Hamilton. En efecto, el austriaco insiste con que lo sucedido en el circuito de Yas Marina solo se debió a decisiones manipuladas por sus rivales con un claro sentido de perjudicar al heptacampeón británico y no a otros factores entre los cuales podría incluirse una inusual confusión propia a la hora de, por ejemplo, hacer ingresar a Lewis a pits para colocar neumáticos nuevos aprovechando la significativa, aunque no decisiva, ventaja de 13 segundos que poseía al producirse el accidente del canadiense Nicholas Latifi a 6 vueltas del final.
Cabe destacar, que en uno de los ‘team radios’ antes del relanzamiento del final, Hamilton preguntó a su ingeniero por qué decidieron no pararlo. Por otra parte, Mercedes tuvo la chance de aprovechar un VSC anterior al incidente del canadiense y así reemplazar un juego de neumáticos extenuado por la lucha que libró para despojarse de un heroico Sergio Pèrez cuando la carrera promediaba, sin embargo Wolff, que siempre ha mostrado ser una figura centrada a la hora de realizar análisis, parece haber corrido el telón de la verdad en cuanto a su personalidad demostrando tener una aversión a la autocrítica muy llamativa y ha vuelto a preferir el camino de las denuncias, algo que tiene correlato en sus últimas declaraciones en relación a dicha controversia:
“Jonathan Wheatley (jefe deportivo de Red Bull) convirtió a Michael Masi. No sólo en Abu Dhabi sino antes, y probablemente Max Verstappen le debe mucho. No he hablado con Masi y no quiero volver a hablar con él, sus decisiones fueron erróneas y estoy seguro de que se arrepiente de ellas”, disparó con dureza.
En otro pasaje, el austriaco se refirió a la responsabilidad que le otorga a la FIA en cuanto al control y el monitoreo que debió tener esta última sobre la labor desarrollada por el australiano al frente de Dirección de Carrera, además de minimizar el campeonato obtenido por Max Verstappen, algo que rompe con una de las más viejas máximas deportivas no escritas en ninguna parte que reza que “los campeones no se discuten”, echando sutilmente más leña al fuego en la previa de una temporada 2022 que puede ser tan polémica y álgida como la anterior:
“La FIA debería haber visto mucho antes que había un problema. Había un problema de estructura. Había un problema de personalidades. Respecto de Max, lo siento por él, pero sólo se habla de Abu Dhabi”, dijo para cerrar.