Y un nudo se hizo en la garganta al escuchar a Vettel

Y un nudo se hizo en la garganta al escuchar a Vettel

El alemán participó de su última rueda de prensa oficial antes de su retiro. Una mirada al pasado, al presente y al futuro. Silencio, por favor, habla Seb por última vez.

 

“No lo sé. Tal vez debería preguntarle a Fernando [Alonso]. ¡Ya lo vivió! Volverá a pasar por eso, supongo, en algún momento. Pero sí, me siento bien. Quiero decir, obviamente, supongo que después de tantos años y carreras, está la rutina del jueves. Pero creo que es difícil de entender. Soy consciente de lo que está sucediendo y estoy feliz por eso, en la medida de lo posible”. Las preguntas giraron alrededor de sus sensaciones por correr, este domingo, en el circuito de Abu Dhabi, su última carrera. Sin embargo, Sebastian Vettel, en cada respuesta, empezó a preparar a la afición para lo inevitable: el día después sin él en la Fórmula Uno.

 

Fue la última rueda de prensa oficial que compartió el cuatro veces campeón. Ni siquiera en las vísperas de una definición de campeonato, al menos en las últimas temporadas, concentró tanta atención como la de este jueves. Su retiro, anunciado a mediados de año, llegará cuando cruce la meta en Yas Marina. La rueda de prensa no solo fue el principio del adiós a uno de los mejores pilotos de la historia, también a un hombre que siempre fue leal a sus principios. Sus palabras, en la sala de conferencias, se convirtieron en el legado de un deportista que es admirado y respetado; tanto por los aficionados como por sus cólegas.

 

Consultado sobre como florecerán las emociones cuando suba al coche, respondió que serán “un poco diferente”. Incluso, cuando todavía no subió a su AMR22, aseguró que en la misma conferencia se sentía “un poco diferente”.

 

La rueda de prensa la compartió con Lewis Hamilton y Fernando Alonso, 13 títulos mundiales en una misma sala. (Carl Bingham)
La rueda de prensa la compartió con Lewis Hamilton y Fernando Alonso, 13 títulos mundiales en una misma sala. (Carl Bingham)

 

Se niega a contestar o hacer un balance general sobre sus 17 años de carrera. No por egoísmo. Abarcar, en poco tiempo, casi dos décadas de trayectoria podría llevar a un olvido involuntario. “No creo que sea justo elegir uno. Entonces, obviamente no puedo hablar durante una hora en este momento, y realmente no quiero hacerlo. Pero creo que he tenido suerte que haya tantos momentos para elegir”, se excusa.

 

Pero la memoria es más fuerte que la voluntad y el propio Vettel abrió, apenas, el baúl de recuerdos: “Los primeros [años], en cierto modo, siempre destacan. Pero sí, creo que cada momento tuvo sus momentos culminantes. Hubo su momento, y también disfruto de los últimos dos años, aunque desde el punto de vista deportivo, tal vez no fueron realmente un punto culminante. No había nada que celebrar, ningún éxito en este sentido. Aún así, creo que aprendí mucho. Creo que progresé, crecí y lo pasé bien junto con un equipo. No conseguimos la recompensa en el buen camino, pero aún así, no creo que sea justo elegir solo una carrera o un momento”.

 

Sus últimos años no fueron fáciles. Su última temporada en Ferrari y el primero con Aston Martin no se encuadraron con la imagen del Vettel ganador que el mundo conoció desde el Gran Premio de Italia de 2008, cuando ingresó a la elite de los vencedores con el modesto Toro Rosso; los cimientos de la leyenda del “Chico Maravilla”.

 

2020 y 2021 fueron años que lo convirtieron en un piloto más racional, más humano. Tuvo que lidiar con vehículos que no estaban a la altura de un cuatro veces campeón mundial. Y es por eso que explicó por qué su etapa con Aston Martin fue de aprendizaje, progreso y crecimiento: “Es muy limpio cuando comienzas desde las cinco primeras posiciones y no tienes que preocuparte por eso. Mientras que si comienzas más atrás, todo es siempre posible. Y además, me estaba demostrando el esfuerzo que un equipo de medio campo, que ni siquiera sabes, en cierto modo, que existe cuando estás siempre al frente; se esfuerza mucho y tal vez más, y no obtiene ninguna recompensa”.

 

Junto a su equipo en el último reconocimiento de pista. (Zak Mauger)
Junto a su equipo en el último reconocimiento de pista. (Zak Mauger)

 

“El compromiso es tan alto como lo es en la parte delantera, pero todos ustedes se preocupan por la parte delantera, que es el nombre del juego y el deporte; y eso es como es y como debe ser. Pienso, en muchos aspectos diferentes, que me enseñaron distintas lecciones sobre nuestro deporte, mis carreras, pero también sobre la vida”, señaló.

 

Un cronista de la agencia alemana DPA le consultó si tiene idea cómo será el primer día de su nueva vida. Seb le retrucó que “sea mucho más largo que un día”. Se explayó sobre su pasión por las carreras y la lucha por el medio ambiente. Pero lo más importante lo resumió en una frase: “Aprender sobre mí, pasar más tiempo con mis hijos y mi familia, aprender junto con ellos, lo que obviamente será un desafío diferente para mí y un ritmo diferente”.

 

El cierre fue una enseñanza. Una lección de vida sobre el dilema que atraviesan los deportistas de elite: el día después y el nuevo camino por construir. “Creo que anhelo no tener el calendario y luego, obviamente, en algún momento necesito encontrar muchas cosas que me mantengan ocupado porque soy una abeja ocupada y una mente ocupada”, toda una definición al estilo de Sebastian Vettel. Ya se lo extraña.