La caída de FTX, patrocinador desde finales del año pasado, decepcionó a Toto Wolff: “Creo firmemente en las blockchain pero esta situación es muy lamentable”. Preocupación en otros equipos de un efecto contagio en en sus cripto patrocinantes.
La quiebra del FTX, considerado uno de los gigantes del mundo de las criptomonedas, dejó descolocado a Mercedes. La empresa de intercambio, patrocinadora del equipo desde fines del año pasado, se declaró en bancarrota la semana pasada generando una nueva crisis en el sector de las monedas virtuales.
Cuando se conoció la noticia, horas antes del primer entrenamiento en Interlagos, Brackley retiró la publicidad de los autos. Sin embargo, el colapso de la compañía fue un cachetazo para el equipo alemán que confió en su aparente solidez financiera para sellar un acuerdo de patrocinio.
“Es difícil, porque todos sabemos que las criptomonedas tienen relevancia”, dijo Toto Wolff a la revista Autosport. El director ejecutivo y accionista del equipo expresó su desazón por el descenlace: “Creo firmemente en las blockchain [el sistema informático de redes de computadoras que da origen a las criptomonedas] como una forma de transacciones en el futuro. Pero esta situación es muy lamentable, más aún con FTX”.
“Consideramos a FTX porque era uno de los socios más creíbles, sólidos y económicamente sólidos que existían. Y de la nada, puede ver que una empresa de criptografía básicamente puede estar de rodillas y desaparecer en una semana”, comentó.
“Eso demuestra lo vulnerable que sigue siendo el sector. No está regulado, y creo que necesita encontrar su camino en las regulaciones porque hay tantos clientes, inversionistas, socios como nosotros que se han quedado completamente incrédulos por lo que sucedió”, subrayó Wolff.
La caída de FTX desencadenó otra crisis en el universo de las monedas virtuales. En la Fórmula Uno hay preocupación debido a que varios equipos tienen “crypto sponsor”. Según los especialistas en finanzas y marketing, estos patrocinios comenzaron a tomar un rol central similar al que tuvieron las tabacaleras en el pasado. Alpine, Ferrari y Red Bull siguen atentamente el caso FTX, rogando que no haya un efecto contagio que alcancen a sus patrocinadores.