Norris salvó el día a Woking

Norris salvó el día a Woking

McLaren apenas rescató seis puntos gracias al séptimo puesto de Norris. Ricciardo cambió motor y debió penalizar desde el fondo de la grilla.

 

Si McLaren mantuvo la tercera posición en el campeonato de Constructores se debió por tres motivos. El primero fue que Charles Leclerc no llegó al podio. El segundo que Carlos Sainz no pudo alcanzar a Lando Norris para arrebatarle el séptimo lugar. Y tercero, el más importante, es que el británico sumó seis unidades que le dio un poco, no mucho, de respiro a Woking frente a Ferrari.

 

Fue una fecha muy complicada para el equipo. Sus pilotos no podían hacer pie en el impredecible y húmedo asfalto del Instabul Park. Lando Norris nunca pudo avanzar más allá de la séptima colocación y Daniel Ricciardo necesitó más de media carrera para encontrar el auto (con motor nuevo) para avanzar desde el grupo de rezagados.

 

“Una carrera muy larga y dura por las condiciones sobre todo. Ha sido muy difícil mantener los intermedios en un buen intervalo durante la carrera, pero creo que hemos logrado todo lo posible, así que tengo que estar contento con el séptimo puesto”, se conformó Norris.

 

El británico explicó que la única estrategia de la carrera era reducir los daños que arrojaría el clasificador final. “Ha sido una cuestión de limitar los daños pero nos hemos marchado con el mejor resultado posible, así que estoy contento con eso. Tenemos que mejorar para la próxima. ¡Es importante que nos recuperemos y sigamos empujando en la próxima!”, comentó.

 

Norris intenta ganar posiciones en la partida.
Norris intenta ganar posiciones en la partida. (Foto: McLaren Racing)

 

Si para Norris fue difícil, para Ricciardo fue una quimera. La debacle en la Qualy (eliminado en el primer corte) llevó al equipo a optar por el cambio de motor. Obligado a penalizar, tuvo que lidiar con la nueva Unidad de Potencia y unas gomas intermedias que lo dejaron anclado en el fondo del pelotón. Tan complicado fue su carrera hasta el recambio de cubiertas que no podía atacar a los Williams (uno de los monoplazas más débiles de la parrilla junto a Haas y Alfa Romeo).

 

Con un nuevo juego de intermedias cambió el panorama. Comenzó a avanzar en el clasificador pero no le alcanzaría para pescar, al menos, el punto de la décima posición. Finalmente arribaría decimotercero, fiel reflejo del terrible fin de semana en Turquía.

 

“Creo que ha habido cuatro vueltas en la carrera en las que hemos tenido un buen ritmo pero el resto ha sido complicado. Al principio hemos sufrido mucho con el agarre delantero, así que ha sido difícil mantenerse con el resto, y luego hemos entrado a cambiar los neumáticos. Después de eso no he tenido muy buen agarre trasero y he sufrido pero eventualmente ha mejorado”, declaró el australiano luego de la carrera.

 

“Hemos tenido quizás cuatro vueltas buenas en esa tanda donde he sentido que realmente podía empujar el neumático, que es lo que buscaba. De toda la carrera, eso ha sido lo positivo. Me he emocionado un poco porque he pensado que quizás seguiría mejorando y mejorando, pero ha durado cuatro vueltas y la parte trasera se ha desvanecido de nuevo, así que las últimas diez vueltas han sido un poco dolorosas y simplemente he intentado aguantar”, dijo.