Spa’sperar, Spa’l próxima en Holanda… Spa’olvidarse

Spa’sperar, Spa’l próxima en Holanda… Spa’olvidarse

Esperamos cuatro semanas para regresar a la acción y continuar con la emoción del Campeonato que cada vez es más interesante, a su vez, ofreciendo un mejor espectáculo, pero, esta vez el clima en Bélgica nos dijo que no era el momento sino hasta la próxima: Holanda.

 

Este “Gran Premio” -si es que se le puede llamar así- está dando de qué hablar, comparaciones entre la época dorada y la actualidad, una decisión que ni el propio Masi se atrevía a dar, por miedo (quiero suponer) a ser criticado y aún así sucedió. Sin embargo, los aficionados se olvidaron de algo importante: los pilotos son seres humanos.

 

A veces nos olvidamos, como fanáticos sea de F1 o cualquier deporte, que los atletas son seres humanos como cualquiera de nosotros, que corren el mismo peligro (aunque en diferentes dimensiones) y si la máxima autoridad decide retrasar el comienzo, es por la seguridad de los pilotos.

 

 

No es lo mismo competir en la época de Lauda o Senna que correr en pleno 2021, pues en años anteriores se trabajaba para lograr la seguridad que hoy se tiene. Recordemos que en 2019 un piloto de la Fórmula 2 perdió la vida (con diferente clima, obviamente), y es ahí lo que la FIA quiere evitar para asegurarse que tanto aficionados como pilotos y equipos disfrutemos de la carrera.

 

Además, de que no hay que retar a las inclemencias de la naturaleza, porque el hombre no puede controlar (ni podrá) y si hoy no es, es porque no es y hasta ahí. Supongamos que dirección de carrera decide continuar con el GP, en este instante alguien (o varios) estaría en el hospital por lesión tras recibir un impacto fuerte en cualquier zona del circuito.

La mayoría tacharía a la FIA como asesina y poco humana (como sucedió en Gran Bretaña) …

 

 

En contrate con esto, ahora vamos a la parte del aficionado aquel que esperó 365 días para vivir y presenciar el Gran Circo, madrugó para apoyar a su piloto favorito y, ¿a cambio qué recibió? Una mojada por la tremenda lluvia, falsas esperanzas porque creía que iba a ver una carrera y después de tres horas (ridículamente) dicen que siempre no.

 

En lo personal, jugar con el tiempo de las personas es algo que no tolero, pues cada uno hizo el esfuerzo por estar ahí, dejó de lado cualquier compromiso para vivir su pasión. La FIA debió ser honesta y muy directa con la afición; si los pronósticos indicaban que la lluvia seguiría por más de tres horas, abiertamente se cancela y se busca la manera de recompensar al aficionado.

 

Hay que recordar que la Fórmula 1 es lo que es gracias al público que lo consume, paga por ver, disfrutar su pasión y por el placer de estar ahí apoyando a su piloto favorito. Si la máxima categoría cada vez está atrayendo a más público de diferentes edades o sectores, con esto se quitó puntos, algo que yo sí creo, debería preocuparles…

 

 

No solo fue el tiempo de los aficionados, de los medios de comunicación que no sabían qué informar a los televidentes, a los pilotos que -a mi parecer-, jugó con su mentalidad entre que unos tenían ansiedad por ya correr, otros que se relajaron y otros que no entendían nada.