Max Verstappen le ganó a Hamilton en la salida y dominó la primera edición de la Sprint Qualifying. Checo Pérez largará último por un despiste que dejó secuelas en el auto y obligó al box a retirarlo a falta de una vuelta.
“Una extraña sensación”. Con estas palabras, luego de la Qualy del viernes, describía Max Verstappen el clima generado por el nuevo formato que estrenó la categoría, de forma experimental, en Silverstone: La Sprint Qualifying.
Una extraña sensación también recorrió a los espectadores y televidentes que aguardaban este raro ensayo de Liberty Media (con el beneplácito de la FIA). Y la extraña sensación es que las emociones fuertes duraron apenas un par de vueltas y las pocas que hubo, posteriormente, la brindaron algunos pilotos que ocupaban el segundo pelotón. Pero nada más.
Verstappen ganó con autoridad la Sprint. Apretó el acelerador más rápido que Lewis Hamilton, quién reaccionó tarde, y antes de la primera curva era el dueño de la primera posición.
Hamilton salió a atacar. Sabía que si el Red Bull tomaba la punta sería inalcanzable con el aire limpio. El británico presionó al neerlandés para forzar el error o que abriera un hueco para una maniobra arriesgada. Tan fuerte hostigó a Verstappen que estuvieron a poco de tocarse. Sin embargo, pasó lo que tenía que pasar, el líder del campeonato aceleró y le sacó medio segundo antes del final de la primera vuelta. Todas estas emociones ocurrieron en el primer giro.
El resto de las 16 vueltas(de un total de 17) estuvieron bajo el control de Max. Sin embargo, esa tranquilidad que tenía el box de Red Bull se derrumbó en el quinto giro. Checo Pérez perseguía a Lando Norris por la sexta posición cuando pisó la pintura en la salida de la curva, la perdida de adherencia hizo que el RB16B diera un trompo de 360º. Solo la pericia del mexicano evitó que se estrellara contra el muro.
El despiste lo envió al fondo del pelotón. Desde allí debía remontar como pudiera pero el Red Bull quedó herido. A falta de una vuelta, el box le ordenó que abandonara (estaba 18º). La deserción lo envía al último lugar de la grilla pero el equipo pudo meter mano en el coche antes que sea devuelto a parque cerrado.
Nota aparte para Fernando Alonso. Largó desde la 11ra posición y escaló hasta el quinto lugar en el primer giro. Se mantuvo firme durante la primera mitad del Sprint y aguantaba los embates de Norris. Pero la diferencia entre el Alpine y el McLaren es notoria en potencia y finalmente el británico se quedó con el quinto lugar. También el español fue un hueso duro de roer para Daniel Ricciardo. Al australiano le costó superar al dos veces campeón. Nando terminó séptimo. Sea en carrera o en este experimento, el español sigue demostrando que no está oxidado.
El resto de la parrilla no mostró grandes variaciones. Un puesto adelante o un puesto para atrás (dos como mucho) es lo que refleja la planilla si se compara la Qualy del viernes con el Sprint que definió el orden de salida para la carrera.
Se puede decir que la primera experiencia de la Sprint Qualifying resultó positiva. Al menos desde la organización. Resta saber el veredicto de los aficionados de todo el mundo (quiénes estuvieron en Silverstone y los que la siguieron por TV). Falta que se realicen los otros dos ensayos: Monza y en la tercera plaza a definir (todo indica que sería en Austin).
Por ahora, lo único que interesa es que Verstappen le devolvió el golpe piscológico que le propinó Hamilton en la Qualy. Resta un round, el más importante, a 52 giros y un interrogante: ¿Quién dará el golpe definitivo?