En 1966 la FIA de despacha con un cambio de reglamento que tiró todo por la borda. Estableció un incremento en la cilindrada de los motores, que hasta ese momento eran de tan solo 1.5 litros. Los nuevos impulsores debían duplicar la cilindrada a 3 litros.
En 1966 la FIA se despacha con un cambio de reglamento que tiró todo por la borda. Estableció un incremento en la cilindrada de los motores, que hasta ese momento era de tan solo 1.5 litros.
El gran pensador español Gregorio Marañón tenía una hermosa frase que dice: “La velocidad es una virtud que engendra un vicio, LA PRISA”.