Cuando Mariana Silva y Yanina Ayala  Herrera me concedieron el permiso para que pueda escribir sobre Ronnie Peterson en Fanat1cos, con vísperas a un nuevo aniversario de su muerte,  lo primero que sentí fue  una alegría absoluta, uno de mis ídolos de siempre y de toda la juventud volvía a mi encuentro.

 

 

Sin embargo,  cuando me propuse redactar  esta crónica, intenté  que no sea igual a la de millones de crónicas que abundan en los sitios web sobre el infortunado piloto Sueco, aclaro que  no tengo nada  en contra de  relatar los hechos más conocidos de su carrera deportiva ni tampoco tengo nada en contra de las mencionadas crónicas, pero sí,  me parece que mi tiempo y el tiempo de todos ustedes deberíamos explotarlo de una manera mucho más rica, encontrando “Algo” distinto, sin ánimos de ofender.

Todos sabemos que Peterson ganó en el año 1971  el campeonato europeo de Fórmula 2 , venciendo entre otros a  Carlos Reutemann, quien ese año se coronó sub-campeón detrás del Sueco,  sabemos que Ronnie  hizo maravillas en su debut en la máxima con un modesto March , también en la temporada 1971, con el cual gracias a obtener cinco podios se consagró sub-campeón mundial detrás de Jackie Stewart ni más ni menos, sabemos de su paso por Lotus en sus dos períodos y  conocemos su triunfo con el  March Ford en Monza de 1976 ni más ni menos, los magros resultados del Tyrrell P34 de 1977, aquel hermoso y raro trasto de seis ruedas y la lista de sus éxitos sería larguísima,  por eso es que decidí no explayarme sobre sus logros. Sin embargo, quise  hacer hincapié en los hechos que desencadenaron su prematura y absurda muerte, acontecida un 11 de Septiembre de 1978.

Luego de dar un portazo para nunca más volver al equipo del “Viejo Leñador” Ken Tyrrell, en el año 1977, Ronnie fue llamado nuevamente para formar filas en el equipo de Colin Chapman, el vacío dejado por su coterráneo Gunnar Nilsson  (Quien falleció de cáncer en 1978) necesitaba ser llenado con alguien capaz de obtener buenos dividendos en los negros monoplazas de Hornsey.

Chapman conocía a Ronnie, lo tuvo bajo sus órdenes en las temporadas 1973, 1974, 1975 y 1976 y el sueco supo estar a la altura de las circunstancias,  pero en este caso, al ser llamado ahora, los hechos serían otros, las condiciones serían diferentes, el puesto de piloto número 1 estaba en manos de Mario Andretti,¿  Por una cuestión lógica?, puede ser, ya que el Ítalo Americano  fue quien se había encargado del desarrollo del nuevo “Wing Car”, las” polleras laterales”  denominadas  “Efecto Suelo”, con ese auto, Mario arrasaría en toda la temporada 1978, de hecho, hilvanó una seguidilla de seis triunfos  desde Argentina, primer competencia de la temporada, para continuar triunfando en los GP de Bélgica, Francia, España, Alemania y Holanda, una increíble cadena  de triunfos que lo posicionaban como el favorito a obtener el título mundial.

Sin embargo, lo único que pedía y quería Ronnie era igualdad de condiciones, algo que no estaba en los planes del constructor Inglés, quizás, por guardarle cierto resentimiento cuando  el Sueco abandonó el Team para pasar a March, lo que el inescrupuloso Chapman olvidaba o fingía olvidar, fue que en ese momento, Ronnie se fue sin cobrar la mitad de su sueldo, ya que el constructor Inglés  le comunicó mediante sus abogados  que le era imposible pagarle lo acordado de antemano:

 

 

“Ronnie era una persona muy honesta y Colin empleaba su psicología perversa para manipularlo como quería” Declararía años después de la muerte de Peterson su viuda Barbro Peterson.

 

 

El carácter impetuoso de Chapman no encontró resistencia en un resignado Ronnie, que al ver que los mejores equipos tenían sus formaciones selladas por contrato no le quedo otra cosa que resignarse y aceptar el trato de piloto número dos:

 

 

Colin le aclaró sin remilgos: “Esto es lo único que te puedo dar, si te gusta tómalo, sino ya sabes dónde está la salida”.

 

 

El piloto Sueco lo miró fijo a los ojos una fracción de segundo y tragando saliva le extendió su mano derecha, para él, ese gesto valía más que mil firmas en contratos.

 

 

 

 

Los lotus eran imparables, el resto de los equipos demoró casi la mitad de la temporada 1978 en encontrar la misma eficacia que brindaba las “Polleras laterales “, la ventaja que tenía el equipo británico sobre el resto era abismal y eso colocaba a los dos pilotos del negro equipo en aspirar al título mundial, Ronnie lo sabía y los que es peor, Andretti, Chapman y Peter Warr –mano derecha de Colin- también, íntimamente a ellos  les molestaba que Mario no haya sacado una ventaja tranquilizadora en el campeonato, Ronnie, sin disponer de los mejor del equipo,  fue una sombra inquebrantable en las espaldas de Andretti.

Pero Peterson siempre tuvo que correr a su compañero de equipo de atrás, solamente en Holanda pudo  estar  de igual a igual con Andretti,, ambos compartían la primera fila y durante unos metros Ronnie se mantuvo delante del Americano, hasta que por órdenes de equipo debieron acomodar las posiciones .

El auto de Mario  tuvo un defectuoso funcionamiento de frenos,  los periodistas Bruno Passarelli y Mario Minnini, fueron testigos de lo ofuscado que estaba Andretti, cuando se dirigían desde el parque cerrado hacía el podio:

 

 

“Mi auto tenía problemas de frenos por eso me adelantó Ronnie, sino era por eso minga me pasaba el sueco ese”.

 

 

Muestras claras del por qué no existía diálogo entre el Sueco y el Americano. Cuando el campeonato se aprestó a disputar la 14ta  fecha en el circuito Italiano de Monza, las posiciones eran Andretti 62 puntos , Peterson 51, entre ellos dos se decidiría el titulo, y los 11 puntos que separan a los pilotos de Lotus  inquietaban a todo el team que veía como en cualquier momento las posiciones del torneo  podían revertirse, sabiendo sinceramente, que en condiciones de pilotaje, Ronnie era mucho más piloto que lo que Andretti fue en su vida,  , encima, Chapman sabía que Peterson tenía un contrato firmado que lo vinculaba a McLaren en 1979, con lo cual no hay que ser muy ingenioso en saber a quién de los dos pilotos  favorecería el nefasto constructor Inglés.

Ronnie jamás dispuso del mejor material del equipo, ni siquiera contaba con  elementos iguales a los de Andretti, pero se las arregló con lo que Chapman le daba, obtuvo dos triunfos ese año y cuatro segundos puestos, el titulo estaba al alcance de la mano y él lo sabía, había firmado un maldito contrato de piloto número 2 por eso jamás forzaría las cosas, ni provocaría un accidente, pero correría como  solo él sabía hacerlo, a fondo y sin contemplaciones, lamentablemente para él, la información del contrato con Mclaren se había filtrado en el seno mismo del equipo Lotus el día jueves, una semana antes del  GP.

Por ese motivo, al llegar a Monza,  se entera que el muleto que está a su disposición es un viejo y obsoleto Lotus 78 del año anterior, un auto superado tecnológica y mecánicamente, un auto olvidado en el depósito de chatarra que el equipo Ingles tenía en Hornsey , así y todo confiaba que con su pertinaz 79 se las arreglaría para hacer un buen papel en un circuito que siempre lo tuvo como protagonista.

Lamentablemente, en los entrenamientos  desintegró su Lotus 79 por problemas de frenos en la feroz curva de Lesmo, no obstante, el Sueco confiaba plenamente en que su equipo repararía su auto para el día sábado, el momento culmine de clasificar.

Cuando el sábado Peterson salió a girar con su auto titular, se dio cuenta que ese auto distaba mucho de ser el fiel compañero que lo acompaño durante toda la temporada, más allá de serios problemas de tenida, el monoplaza  sufría un gran   defecto, al  apretar el embrague, éste se quedaba pegado  al piso, eso no era  todo, al ingresar a Boxes para encontrar una solución, se llevó la gran sorpresa que Chapman le indica que salga a clasificar con el auto muleto, alegando que  el equipo de mecánicos debían  priorizar los trabajos en el auto de Andretti.

Pero  Ronnie no se intimidó, él estaba acostumbrado a lidiar con la adversidad, entonces este “Increíble piloto, capaz de hacer doblar cualquier auto, inclusive una carretilla” como lo catalogó en una oportunidad Carlos Reutemann , salió a buscar su tiempo de clasificación acelerando con el alma y el corazón, cortando al límite de la frenada en cada curva, saliendo cruzado ante cada recta, para conseguir una triste y penosa tercera fila.

La largada fue muy pero muy complicada, el imbécil del largador Gianni Restelli,  dio la orden de salida cuando de la mitad de la grilla hacia atrás estaban todos los autos  en movimientos, al venir los autos de atrás en aceleración, se encontraron de frente con una pared  formada por los autos de las primeras filas que al estar detenidos por el semáforo, recién comenzaban a moverse lentamente.

 

 

 

 

El italiano Ricardo Patrese con su Arrows  avanzaba abiertamente por la derecha, sin darse cuenta que la pista se achicaba antes de entrar a la chicana Good Year, en ese momento se cierra de guapo empujando al McLaren de  James Hunt, éste quiere evitar el toque y roza involuntariamente la Lotus de Ronnie que había largado pésimamente mal, quizás, la peor largada de su vida, apenas  se movía con un auto que parecía ir más hacia atrás que hacia adelante, en ese momento, Peterson sale despedido hacia el Guard Rail, para pegar violentamente  desintegrando la parte delantera de su Lotus, antes de rebotar hacia el medio de la pista envuelto en llamas, en el fuerte impacto  se le quebraron ambas piernas, ocho fracturas en su pierna derecha, cuatro en su pie derecho y una fractura en su pierna izquierda, fue el resultado de la falta de escrúpulos de Chapman por no permitir que su piloto dispute el GP con el auto de reserva de Andretti, todo  para no molestar al Ítalo americano en su camino hacia el título.

Mientras Clay Regazzoni insultaba duramente a  Bernie Ecclestone tratándolo de basura al no concebir que la ambulancia que estaba a 400 metros del lugar tarde criminales 18 minutos, solo  para llegar al sitio donde yacía Ronnie quien con ambas piernas desintegradas y colgando de la camilla   gritaba de dolor, la ambulancia demoró ese tiempo  por que no estaba el médico en pista, médico por el cual todos los pilotos destinaban parte de su sueldo, esa fue la bronca y con razón del tozudo Clay.

Lamentablemente, para el mundo del deporte motor, “El Super Sueco” si bien superó la intervención con éxito, fallecería antes de las 2 am en el hospital Nigarda de Milán, víctima de una embolia cerebral, típica en  quienes se han roto en varios pedazos huesos largos como lo fueron en este caso la tibia y el peroné, allí, se desprendieron miles de plaquetas que le invadieron mortalmente el cerebro y los pulmones.

Aquí, a diferencia de los diversos accidentes  que se  producen en el   mundo del deporte motor, si podríamos   encontrar  a un culpable más allá de la triste fatalidad que siempre dice presente en estos casos, aquí, el culpable se llama Colin Chapman, este frío y calculador constructor inglés, dueño de brillantez única pero de la misma manera ávido de gloria y poder, que no dudó  en acorralar de tal manera a Peterson que a éste no le quedó otro remedio que usar el obsoleto Lotus 78 que definitivamente tuvo un problema funcional en la largada ya que lo superaban por ambos lados sin ni siquiera poder defender su posición.

Jamás se supo que desperfecto tuvieron los Lotus en donde morirían pilotos de la talla de Jim Clark, Jochen Rindt y Ricardo Rodríguez, como tampoco se supo que desperfecto ocasionó el accidente a Stirling Moss en Goodwodd  que mantuvo al piloto Inglés internado seis meses entre la vida y la muerte, como tampoco sabremos que pasó en el Lotus de Ronnie que se movía al paso de una tortuga en los primeros metros del GP de Italia disputado en Mona.

Amigo Lector, pido perdón si en alguna otra crónica usted encuentra bajo mi firma, líneas de elogios para el constructor Inglés y ante su asombro corrobora esta contradicción , no fue sino hasta la semana pasada que con miras a escribir este humilde homenaje me puse a investigar en distintas fuentes  donde encontré esta personalidad oscura de Chapman, que además fue confirmada  por protagonistas principales de aquella época, es mi deber como Periodista, pero sobre todo respeto hacia usted, el contar la historia tal como sucedió.