McLaren colocó a sus dos corredores en Q3. Lando Norris sale séptimo y Carlos Sainz octavo. Para los británicos, entonces, el objetivo es claro: mantener las cosas así en la carrera.

Tanto Lando Norris como Carlos Sainz no han tenido el mejor de los viernes, debido a problemas de fiablidad.

El GP de Hungría es un clásico dentro de la máxima categoría del mundo, si bien, el circuito carece de la historia de Silverstone, Mónaco o Monza, no perderse una cita desde 1986 da muestras de ser un encuentro imperdible dentro del circo de la Fórmula 1.

El piloto británico clasificó 16° en su peor actuación en un sábado desde su debut en Formula 1. Además, estuvo bajo investigación por incidente con Alex Albon en Q1, que si bien no le valió penalización, sumó a la decepción de Lando Norris, quien siente que decepcionó a McLaren y a sí mismo. Su compañero de equipo, Carlos Sainz clasificó en el 7mo lugar.

Renault tenía una tarea difícil este fin de semana, pero no imposible, por desgracia esta misión no fue posible para el equipo francés y volvieron a ser superados por McLaren.

El español terminó 6º tras una gran pulseada ganada al piloto de Renault, Daniel Ricciardo, que le quiso arrebatar su ubicación en el final de carrera. Lando Norris quedó 11º sin sumar puntos debido a los cambios de estrategia por el Safety Car.

Renault llega a casa de su rival, McLaren, aún con posibilidades de luchar por ser los mejores del resto, pero el estar en suelo rival no le pondrá la cosa sencilla a los franceses.

McLaren es el primer equipo en confirmar su dupla para la próxima temporada. Carlos Sainz y Lando Norris, continúan en la casa británica hasta 2020. 

Cuando al amante del automovilismo le pregunten si recuerda cuál, según su opinión, fue el fin de semana más triste que vivió la fórmula 1, seguramente a su mente brotará el recuerdo del GP de San Marino, disputado en Imola en el año  1994.